Federico Mazzoni (47) estaba próximo a cumplir dos décadas viviendo en México cuando lo mataron de dos disparos en la cabeza y lo dejaron tirado en el baño del bar en el que trabajaba, en Playa del Carmen.
Mazzoni era oriundo de Córdoba y, como muchos argentinos, había emigrado con el sueño de una vida mejor, en plena crisis de 2001.
Era gerente en Mamita’s Beach Club, un exclusivo local sobre el mar de Playa del Carmen. Si bien no tenía hijos ni familiares en México, quienes lo conocían aseguran que “su familia eran sus amigos”.
El bar en el que trabajaba es propiedad de Jorge Marzuca Fuentes, un importante empresario de la zona, y Mazzoni era el hombre de confianza del dueño. De acuerdo a lo publicado por el canal de noticias A24, Victoria, su hermana menor, dijo que creen que los sicarios estaban buscando al dueño, no a Federico.
“El dueño nunca daba la cara. Lo buscaban a su jefe y estaba escondido. Él no veía venir todo esto, no tenía miedo porque no andaba en nada raro”, contó la joven.
Además dijo que, por estas horas, gestionan de forma desesperada la obtención de dos pasajes para poder viajar a México a realizar los trámites de repatriación del cuerpo. Planean despedirlo en Córdoba, donde está toda su familia. “Necesitamos que cancillería o el consulado nos ayuden”, pidió la joven.