Las mujeres son más prudentes y disciplinadas que los varones para colocarse el cinturón de seguridad cuando van en el auto, pero la situación se invierte respecto de la moto y de la bicicleta, donde ellos muestran mayor disposición para ponerse el casco. Estos datos surgen del primer estudio oficial que analiza la conducción en la Argentina con un enfoque de género y que fue dado a conocer el 7 de enero pasado. El informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) pretende determinar quiénes y cómo manejan, y cuáles son los patrones de desigualdad detectados en este ámbito.
Los hallazgos se desprenden de registros del Observatorio Vial de la ANSV. Estos estudios demuestran que las mujeres usan más el cinturón de seguridad en los vehículos de cuatro ruedas que los varones. La diferencia en este punto roza los 10 puntos porcentuales (62,5% mujeres versus 53,4% varones), como exhibe el gráfico incluido en esta producción.
“Tanto en conductores varones como en mujeres se observa que el uso del cinturón de seguridad evolucionó de forma ascendente entre 2011 y 2018 (ver gráfico). Entre 2016 y 2018, el uso de este elemento en conductoras aumentó el 4,8%. No obstante, los valores para ambos géneros son relativamente bajos para tratarse de una práctica esencial en materia de seguridad vial que reduce la probabilidad de fallecer en el caso de siniestro entre el 40% y el 50% para quienes conducen los vehículos”, indica el informe “Principales Indicadores de Seguridad Vial con Perspectiva de Género” (está disponible en argentina.gob.ar).
Ciclistas desprotegidos
Aunque la brecha es menor, la decisión de abrocharse el cinturón también es más frecuente en las mujeres que en los hombres que ocupan la posición de acompañante (44,5% versus 39,1%). “No obstante este mayor uso de cinturón entre mujeres acompañantes, los valores para ambos géneros en esta posición del vehículo son aún más bajos que los registrados entre los conductores. Cabe recordar que el uso de cinturón de seguridad en ocupantes de asientos delanteros reduce la probabilidad de fallecer en caso de siniestro entre el 40% y el 50%”, insiste el estudio de la ANSV.
La primera entrega de esta serie había llamado la atención sobre el hecho de que las mujeres poseen alrededor de un tercio de los carnés de conducir activos en el país, pero manejan dos de cada 10 vehículos. La ANSV sugiere que esto puede obedecer a que, ante el caso de compartir posesión de vehículo, por cuestiones culturales es el varón quien asume la posición del conductor más allá de que la mujer también tenga acceso a una licencia. “Los datos expuestos sobre la conducción en Argentina indican que la actividad de conducir es una práctica eminentemente masculina, exponiéndose los varones a una mayor probabilidad de verse involucrados en siniestros viales”, expresa el informe. El análisis recuerda que, en la Argentina, la siniestralidad vial es considerada una epidemia puesto que hay casi 11 víctimas fatales cada 100.000 habitantes. Según datos oficiales, 4.911 personas fallecieron por esta causa en 2019: si se suman los casi 117.000 heridos, el total de víctimas directas de la inseguridad vial para aquel año asciende a 122.061.
El uso del casco entre motociclistas presenta un comportamiento inverso al detectado en relación con el cinturón de seguridad. Los hombres que andan en moto son más proclives a utilizar la medida de protección. “Mientras que siete de cada 10 conductores masculinos utilizan casco, esta proporción entre las conductoras desciende a 6 de cada 10”, refiere el estudio.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial advierte un crecimiento entre 2011 y 2018 del uso de casco entre conductores varones, mientras que, entre las motociclistas, el uso está estancado en valores que rondan el 60% de adhesión. El organismo insiste en que los porcentajes de empleo del casco son bajos en general, pese a que aquel disminuye la probabilidad del riesgo y de la gravedad de los traumatismos en un 72%, y reduce la probabilidad de muerte en hasta un 39%.
Las mujeres típicamente van atrás en las motos (esto sucede en casi siete de 10 casos observados con más de un pasajero). Las acompañantes utilizan el casco (43,2%) más que cuando el acompañante es un varón (39,7%). “No obstante, cabe mencionar que, en esta posición, el respeto por la medida es significativamente menor (42%) que el detectado para la conducción (68,7%)”, subraya el informe. En definitiva, ya sea que manejen o que sean acompañantes, las mujeres están expuestas a un peligro mayor cuando se desplazan en motos.
La falta de conciencia sobre la necesidad de proteger la cabeza de posibles golpes no es exclusiva del motociclismo y empeora cuando se analizan otras alternativas, como la bicicleta. El estudio de la ANSV indica que tan sólo el 8,3% de ciclistas utilizan casco en la Argentina. Y añade: “este porcentaje es levemente mayor entre los varones (8,9%) respecto de las mujeres (6,6%). De todas formas, cabe resaltar que la conducción de bicicletas en el país es asumida principalmente por varones (71%), tal y como ocurre en el caso de autos y de motos”.