NOVELA
LA VUELTA INCOMPLETA
NOÉ JITRIK
(Interzona – Buenos Aires)
Una clase magistral de técnica narrativa
los sótanos de la democracia y la atrocidad de la dictadura como telón de fondo
Ni los 93 años ni la pandemia imposibilitaron el continuo de la producción narrativa, poética y crítica del más brillante intelectual argentino: Noé Jitrik. La vuelta incompleta, novela recientemente publicada, narra una historia mínima que puede ser resumida en escasos renglones: Un hombre toma una sopa en su departamento. Siente un gusto extraño y cae al suelo diciendo la frase “me muero”. Tres personas entran y lavan los utensilios usados, revisan el departamento y se marchan. Al cabo de un rato se produce la entrada de una mujer que cachetea al supuesto muerto hasta que despierta. Su nombre es “Eleuterio” -será el vivo retrato del antihéroe- y nos enteramos que ella se llama “Clotilde”. El humor se asoma a la novela policial contada por un narrador testigo. Ergo “solo sabemos lo que él nos cuenta”. Y sobre la cabeza de ese narrador está el autor que critica la novela y discurre acerca de la misma. Una pequeña historia, con un final impredecible, contada con la maestría de un eximio escritor. Una segunda historia es la de Lucía Palermo -una especie de Antígona- y Marcelo Lugano. Ambos se conocen en un bar cercano de la Facultad de Filosofía y Letras y viven una aventura atravesada por la dictadura argentina. La novela, entre otras cosas, es una clase magistral de técnica narrativa que mantiene el suspense hasta el final.
MARCOS ROSENZVAIG
© LA GACETA
NOVELA
EL CORAZÓN DEL DAÑO
MARÍA NEGRONI
(Random House – Buenos Aires)
El encanto de la extrañeza
un libro hecho de zonas
Este es un libro que ennoblece todas las citas que se entretejen en su interior; son lecturas de los autores leídos y elegidos con los que acuerda o no como cuando cita a Olga Orozco en “Boca que besa no canta”. “Libro de libros” dijo su autora, donde las citas funcionan como mediaciones, donde todo está enhebrado entre la literatura y la experiencia, lo que determina leer en esa borrosa frontera entre realidad y ficción.
A cada paso delata su oficio en la escritura, sabe cómo enlazar su vida con la literatura o la utiliza para entretejer verdades posibles; niega la verdad única por eso la novela se ve enriquecida como en una geografía escalonada por donde la fragmentariedad ingresa un orden particular que la vuelve inclasificable; tal vez novela, testimonio o autobiografía; poesía con rutas líricas atravesando la prosa, pensada sí solo sí, al ritmo del lenguaje, preocupada en cómo decir más que en categorizar; centrándose en el concepto de la literatura como parte del arte y como tal, sin límite alguno; además, entre la sencillez de las palabras que conforman el relato, están los conceptos que la narradora aporta fidedignamente, y esto produce una agradable extrañeza.
LILIANA MASSARA
© LA GACETA
INVESTIGACIÓN
LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EN TUCUMÁN
HONORIA ZELAYA DE NADER
(Vleer – Tucumán)
Un mapa de la literatura infantil y juvenil en nuestra provincia
recorrido que arranca en los orígenes y llega hasta mediados del siglo XX
La literatura infantil y juvenil argentina es -como no siempre se sabe-, una de las más caudalosas y valoradas en lengua castellana y, aun, en el marco del panorama universal. Por eso, ella merece la atención de una historia integral, de la que carecemos. Tal vez, este proyecto pueda ser uno de los muchos que lleve adelante la joven Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil: estimular entre sus miembros la investigación sugerida, al son de la ronda: “Si todos los niños del mundo…”, aquí aplicado a la ronda provincial nacional. Lección para adultos laboriosos que pueda llevarnos un día a disponer de esa obra historiográfica. Ella mostrará derroteros, influencias, contactos, precursiones, aportes varios.
Esta tarea, referida a su provincia, -que tiene la posición y casi la forma del órgano cordial en el pecho de la Argentina-, la ha asumido la autora de este libro. Ella ha oficiado de exploradora, cartógrafa y cronista de la floresta tucumana y lo ha hecho con la seriedad y gozo de los juegos infantiles, al son de Antón Perulero. La doctora Honoria Nader ha atendido seriamente su juego. Y no dará prenda porque el fruto de su la labor es acertado…
PEDRO LUIS BARCIA
© LA GACETA
POESÍA
EL CAUCE Y LA COSTUMBRE
GUILLERMO SILES
(Ediciones en Danza – Buenos Aires)
Saber mirar
templanza ante las cartas buenas y malas
Una reflexión tranquila recorre este libro. Y no porque sean tranquilos los asuntos tratados, sino porque Guillermo Siles transmite templanza ante las cartas buenas y malas que, como lo sabe cualquiera que camine por la calle, nos hace llegar la vida.
En la sección “Retratos”, que abre el libro, hay recuerdos que, por cierta distancia que consigue, nos llegan con más eficacia que si vinieran tapados por excesos emotivos.
Con los viajes sucede lo mismo: se vuelven más reales porque no exagera datos que hubieran servido para una guía de turismo, no para un poema.
Las situaciones vividas o imaginadas están contadas por quien tiene la intención de entenderlas. Por quien apunta este conocimiento: “Para vivir en la región/ en la que habito/ hay que saber mirar…”
No es ésta, por supuesto, la única herramienta necesaria para dejar bien plantado un poema, también hay que conseguir un lenguaje. Siles lo consigue, por eso descubre ese “café con lenguaje propio” de plaza Güemes, algo que sólo puede descubrir quien está atento.
Que hay lenguaje propio tal vez sea lo más serio que puede decirse de un libro de poemas, porque elude la “poesía en general” de la que hablaba Auden (la que más abunda), y que es la que no tiene características personales. Estos poemas sí tienen; Siles ha elaborado un lenguaje tranquilo para ver y analizar lo que no siempre es tranquilo. El cauce de la vida y la costumbre serena para verla: es casi la descripción de este libro en el que se nota una trayectoria.
SANTIAGO SYLVESTER
© LA GACETA
NOVELA
LA HISTORIA
ELSA MORANTE
(Lumen – Buenos Aires)
El horror de la guerra en el espejo de una familia
reedición de un clásico del siglo XX
La Storia, con “S” mayúscula, fue publicada en 1974 y, a pedido de su autora, en una colección económica. Su intención era que la obra pudiese llegar a un amplio número de lectores y sin dudas se convirtió en un reconocido éxito editorial.
La novela está organizada en nueve capítulos que narran los sucesos entre 1941 y 1947. Cada capítulo está precedido por una síntesis de la historia oficial. El primero y el último llevan como título: ...19**, hacen referencia a hechos anteriores y posteriores a ese segmento temporal.
Las alusiones a los sucesos históricos son constantes. Se consignan datos sobre el nacimiento de la URSS, la muerte de Lenin, la dictadura totalitaria de Mussolini, los Pactos de Letrán del papado con el fascismo, la Guerra Civil española, Mao Tse Tung en China. Se difunde el verbo “coventrizar” que alude a la ciudad de Coventry destruida por las incursiones alemanas, sigue el pacto tripartito Alemania- Italia- Japón. Toda esa detallada cronología de sucesos prepara al lector para el inicio del relato que tendrá como protagonistas a una mujer, Ida Mancuso, y sus dos hijos.
Al iniciar el primer capítulo la autora ofrece al lector un epígrafe situacional: “Un día de enero del año 1941 un soldado alemán caminaba por el barrio de San Lorenzo, en Roma. Sabía en total cuatro palabras de italiano y del mundo sabía poco o nada. De nombre se llamaba Ghunther. Su apellido nos es desconocido.” Los sucesos tienen como escenario la Roma de la Segunda Guerra y la inmediata posguerra.
ELENA V. ACEVEDO
© LA GACETA
ENSAYO
ESCRIBIR PALABRAS AJENAS
PABLO INGBERG
(Eduvim – Córdoba)
Escribir palabras de otros
recorrido por distintos aspectos de la traducción literaria
En su labor como traductor, cuyos frutos, numerosos y celebrados por críticos y lectores, Ingberg experimenta sorpresas y aprendizajes que comenta con claridad y erudición, lo que resulta muy útil para quienes trabajan en este campo. Observa situaciones tales como textos “mejorados” por quienes que eliminan flaquezas de origen o alteran el efecto que el autor buscara. Se detiene en la vieja noción de “traduttore, traditore”, consagrada por la frecuencia con que la obra traducida desluce la composición original. En este sentido, y sin erigirse en dueño de la verdad, ilustra, sugiere, busca la complicidad del lector para fijar los conceptos que guían su visión sobre el arte de escribir palabras ajenas, tal como reza, con humor, el título del libro.
Ingberg no solo explora con claridad y erudición cada tema que aborda, sino además transmite sus sorpresas: que un gran escritor como Cortázar cambie recursos estilísticos tales como la repetición de un término en un texto de Edgar Allan Poe, reemplazando uno de ellos: el original “the next night there happened a similar accident with a similar result” pasa a ser “A la noche siguiente ocurrió algo parecido, con resultados similares”. Hay otras perlitas, de Borges entre ellas. La exploración minuciosa de los textos da sin duda solidez al discurso crítico y alerta al traductor o al estudioso sobre los escollos del oficio y la responsabilidad que implica su ejercicio.
EUGENIA FLORES DE MOLINILLO
© LA GACETA