Tucumanos por el mundo hay muchos, pero una que al dejar la tierra de las mejores empanadas (esas que tanto extraña hoy en Berlín) se convirtió en Streamer y Youtuber solo una: @rubisanchezk. Rubi le decía su abuela Marta, cuando era niña y se ponía roja cada vez que lloraba, y resulta que el apodo le vino como anillo al dedo para "pegarla" entre esta camada de jóvenes streamers que explotan en las redes.
Como la mayoría de los de su palo, Anto Sánchez (aunque nadie jamás la llame así) comenzó a dedicarse a esto viendo a Coscu y a Ibai Llanos (también al Rubios, claro) sus favoritos en estos rubros. ¿Por qué no? Pensó una vez que pisó Alemania. ¿Por qué no comenzar con las transmisiones y mostrar el mundo nuevo que la recibió al dejar atrás Argentina?
Su característica distintiva entre tantos jóvenes atornillados al frente de la pantalla y reaccionando a absolutamente todo lo que se presenta en las redes: la tonada. Obvio. Tucumana a más no poder, de aquí a Berlín o la China. Con esa onda comenzó a cosechar miles de seguidores de todo el mundo maravillados con la r arrastrada tan notoria. "Eso fue lo que tuvo más pegada, siempre me lo dicen. Me encanta y lo disfruto", dice Rubi, tomando mate desde la otra punta del mundo, recién llegada del depósito de un supermercado donde trabaja rodeada de gente que habla en inglés.
Su otro trabajo, no la fotografía sino el que más le gusta y demasiado tiempo le lleva para filmar y editar (palito para aquellos que piensan que un streamer no hace nada), está a la vista en sus canales de Twitch y Youtube. "A los que quieran comenzar en esto les digo que solo hay que animarse, y sobre todo: poner el pecho para lograr la constancia" necesaria en este y todos los aspectos de la vida.