El oficialismo desnuda sus contradicciones en el proceso ante el FMI
El Fondo puso condiciones y el Gobierno intenta lograr flexibilidades. El tiempo pasa y ante esto un economista tucumano advierte que las dilaciones “no estás exentas de costos”. Entre las posibilidades de renegociar la deuda o entrar en default, el oficialismo y la oposición juegan un partido aparte en las redes sociales con declaraciones cruzadas.
El contexto
El acuerdo en espera
La falta de indicios sobre una pronta renegociación de la deuda pública que el estado argentino mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generó un complejo y volátil contexto económico en el país. Esto se evidencia con el incremento del dólar, sobre todo en el mercado informal, la elevación del riesgo país y la incertidumbre cotidiana en los mercados. A pesar de no haber pasado el debate parlamentario, el proyecto de Presupuesto para el ejercicio de este año no contemplaba pagos especificados en concepto de deuda externa, lo cual demostraba la expectativa que tenía el Poder Ejecutivo de alcanzar un acuerdo a finales de 2021, pero todavía no se conoce una carta de intención ni un detalle de las negociaciones.
A pesar de haber buscado el apoyo de otros países para alcanzar un acuerdo excepcional con la entidad monetaria, las conversaciones hoy parecen estancadas y de hecho, el ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que existen diferencias con el organismo, por ejemplo, sobre los plazos en los que debería reducirse el déficit fiscal. Ante la falta de entendimiento, la posibilidad de un default se encuentra latente.
Con este acuerdo, Argentina busca la posibilidad de extender los plazos de pago por los U$S 44.000 millones que le adeuda al FMI, desde 2018. De acuerdo a lo que se había comprometido la gestión del ex presidente Mauricio Macri, Argentina debería abonar 19.000 millones de dólares, en concepto de vencimientos de capital e intereses, en marzo. A pesar de haber reconocido en su último comunicado que “no se llegó a los objetivos” buscados y que el déficit en la balanza de pagos, no logró una solución consistente, el Fondo mantiene una postura inflexible.
Déficit cero
Distintas posturas
El Gobierno argentino y el FMI comparten la mirada de buscar un equilibrio en las cuentas. Sin embargo, la diferencia radica en la velocidad: el Fondo pide un ajuste en cuatro años para llegar a déficit cero, mientras que la Argentina pide seis años. En relación a esto, el ministerio de Economía precisó el déficit primario acumulado a noviembre de 2021 fue de 911.298 millones de pesos (8.516 millones de dólares) -lo que equivale al 2,1% del PIB.
En declaraciones reciente con la agencia AFP, Guzmán fue elocuente al manifestar que “prácticamente hay acuerdo sobre hacia dónde hay que converger” y remarcó que “la diferencia está en las velocidades y eso tiene que ver con que se están mirando objetivos diferentes”.
“En 2021, con una economía creciendo al 10%, el déficit fiscal primario cayó 3,5 puntos del PBI. El déficit fiscal de 2021 fue de entre 2,9% y 3% del PBI, esta cifra se va a conocer el 20 de enero. Es una caída muy fuerte”, ilustró el titular del Palacio de Hacienda. Y ante el pedido de aceleración solicitado por el Fondo Monetario, Guzmán planteó dos problemas: “El primero es que la forma en que ellos lo plantean detendría la recuperación económica en el corto plazo”, indicó el ministro. Y agregó: “El segundo es que el punto en el cual se enfocaría la consolidación fiscal más rápida sería en una expansión menor de la inversión en infraestructura pública”.
Además de los requerimientos en torno al déficit, el Fondo confirmó el avance sobre medidas que permitan desarrollar el mercado de capitales interno, “fortaleciendo la efectividad del gasto público y mejorando las operaciones de política monetaria”.
“El primer paso”
El análisis de La negociación
Consultado por LA GACETA, Osvaldo Meloni, doctor en Economía y docente de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), brindó su perspectiva sobre las negociaciones y en relación al lugar en el que se encuentra Argentina, el profesional manifestó que llegar a un acuerdo para el oficialismo “significa arriar las banderas que enarbolaron durante muchos años”. “Es una vergüenza y una claudicación. Por eso creo que esta dilatación en las negociaciones, y las posturas de compadrito sólo tienen el objeto de mostrarse duros ante su electorado más fiel, pero le hacen un daño enorme al país. La volatilidad financiera que está generando no es gratis, está teniendo y va a tener efectos sobre la economía real”.
En relación a los plazos y al tiempo que están tomando las conversaciones entre el gobierno y la entidad monetaria, el economista tucumano resaltó que la gestión de Alberto Fernández “puede seguir dilatando las negociaciones por un período muy corto pero esa postura no está exenta de costos”. “En economía, ignorar la restricción presupuestaria tiene consecuencias que pueden ser muy graves para el país. Creo que el Gobierno finalmente va acordar con el FMI condiciones similares a las que se hubiesen alcanzado un año atrás. Es decir, que todos estos arranques de pseudo nacionalismo para calmar al núcleo duro del kirchnerismo generaron un enorme costo, sin que haya un beneficio plausible”, exclamó.
Sobre el programa que propuso el FMI para alcanzar reducir el déficit en cuatro años y la posibilidad de que Argentina deba cumplir plazo, Meloni indica que la respuesta es más política que económica. “Es importante remarcar qué cuando una economía está desestabilizada siempre hay un ajuste. El ajuste puede ser desordenado y sin ningún beneficio de largo plazo como el que está llevando a cabo ahora el ministro Guzmán u ordenado como parte de un plan de estabilización y de crecimiento de largo plazo. No debemos creer que ahora no hay ajuste. De hecho, el enorme deterioro de los salarios y las jubilaciones son una manifestación palmaria del ajuste que está llevando a cabo el Gobierno. Para que quede claro, actualizar salarios y jubilaciones con índices menores a la tasa de inflación constituye una forma perversa de ajuste. Lo que pide el Fondo Monetario Internacional es un plan de estabilización que, en la medida que sea apoyado políticamente por las diversas facciones del oficialismo y por la oposición, constituya una plataforma para el crecimiento”, precisó.
Finalmente, consultado sobre los escenarios que le depararían a la economía argentina en caso de llegar a un acuerdo con el Fondo o no, el docente universitario indicó que “llegar a un es solo el primer paso” porque luego viene lo más complicado: cumplir. “La Argentina tiene una larga tradición de no cumplir con los planes. De modo que el acuerdo solo sería un primer paso auspicioso, pero solo un paso. El acuerdo debería contener disminuciones en los subsidios a los servicios públicos, lo que va a implicar aumentos de tarifas para un sector amplio de la población. Va a ser interesante ver cómo el gobierno lleva a cabo este tipo de medida luego de muchos años de predica en contra de los ajustes tarifarios y de demonizar la política que había llevado a cabo, acertadamente, Mauricio Macri”, enfatizó Meloni .
El acuerdo no llega
¿Cuáles serían las consecuencias?
En medio de este contexto, también se baraja la posibilidad de que Argentina pueda postergar el pago. Y a días de que se cumplan los plazos para afrontar los pagos de febrero y marzo con una cifra que asciende a los U$S 3.245 millones, las reservas actuales no alcanzan.
De acuerdo a lo establecido en el estatuto del organismo que maneja Kristalina Giorgieva, no pagar estos U$S 4.080 millones del primer vencimiento importante del Stand By firmado por el gobierno de Cambiemos (U$S 3.567 millones de capital y unos U$S 472 millones de intereses); abriría un período de crisis entre las dos partes.
Ese tiempo se extendería por seis meses, hasta la determinación oficial de que Argentina ingresó en default con el Fondo Monetario Internacional. Por lo tanto, Argentina tendría tiempo hasta el 30 de septiembre para continuar el dialogo. Durante ese tiempo, el deudor tendría tiempo para cumplir o, en este caso, a seguir negociando Facilidades Extendidas con el organismo internacional y no quedaría privado de seguir recibiendo programas o créditos ya otorgados por otras entidades internacionales.
La pata política
Cruces entre Cristina y Macri
En medio de la negociación y la inestabilidad política, el Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC) juegan un partido aparte. Luego de que se cayera la reunión entre el ministro Guzmán y los referentes de la oposición para contarles detalles de lo que se viene hablando con el FMI, la conducción del espacio opositor pidió alcanzar un acuerdo “serio” por la deuda y transparentar todo el proceso a través del debate parlamentario en el Congreso.
A través de las redes sociales, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, publicó una carta titulada “Pandemia Macrista vs Pandemia Covid-19”, en la que trazó un paralelismo entre la situación sanitaria desatada a raíz de la aparición de la covid-19 y la generada por la toma de deuda por parte del gobierno de Mauricio Macri. “En Argentina lo que nunca se va a acabar es lo que nos pasó -y nos pasa- por la pandemia macrista, cuando en el año 2018 Macri trajo al FMI de vuelta a la Argentina”, señaló Fernández en la carta, en la que expresa con un “Ojalá!” la opinión de algunos científicos sobre la posibilidad de que la pandemia desatada por el coronavirus estaría llegando a su fin. Además, realizó una comparación entre los costos económicos de la deuda tomada por la gestión de gobierno anterior y los gastos ocasionados por la irrupción de la enfermedad viral, señalando que “en el año 2021, la pandemia macrista fue para el Estado Nacional incluso más costosa que la pandemia sanitaria covid-19”.
La respuesta no se hizo esperar, y el ex presidente Mauricio Macri también recurrió a las redes virtuales para responder la carta de su adversaria política. En este caso, el ex mandatario recurrió a declaraciones realizadas por quien fuera su ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, que días atrás publicó en su cuenta de Twitter datos económicos. “CFK saqueó el BCRA; robó ahorros en AFJPs y años de coparticipación a las provincias; fundió al Estado nacional transformando el superávit en déficit y aumentando la deuda en US$129 mil millones. Pero resulta que la culpa es del que intentó ordenar ese descalabro. #NoMientanMás”, fue una de las declaraciones compartidas por Macri. En esta misma línea, se hizo eco de otros tuit que rezaba: “Demonizan a Macri porque ‘endeudó al país’, pero resulta que ellos ya aumentaron la deuda más que Macri. Y recién van por la mitad de su desgobierno!! #FanáticosDeLaMentira”.
Otros dirigentes de JxC también criticaron a la vicepresidenta por hacer alusión en una nueva carta abierta difundida en sus redes sociales a una supuesta “pandemia macrista” que habría recibido como herencia el Gobierno del FdT, y al respecto sostuvieron que ese tipo de expresiones “banaliza y frivoliza la muerte de 120.000 personas” a causa del coronavirus. “Cristina Kirchner banaliza y frivoliza la muerte de 120.000 personas por el Covid al hablar de pandemia macrista. Solo una persona mala y con mucho odio puede hacer eso”, posteó en Twitter el diputado Mario Negri.