Gabriela Filtrin, pediatra del Programa Integrado de Salud de la provincia, dio algunas recomendaciones ante las altas temperaturas para prevenir afecciones que pueden afectar a los más pequeños.
La médica explicó que el golpe de calor en niños es un trastorno ocurrido por el aumento de la temperatura corporal, como consecuencia a la exposición a altas temperaturas. Además, indicó que los menores tienen dificultades para regular la temperatura y se deshidratan con facilidad, lo que los convierten en una población vulnerable.
La especialista hizo hincapié en los cuidados que se deben tener para prevenirlos: beber frecuentemente, durante todo el día, agua también si es lactante darle el pecho, llevar una alimentación liviana con frutas y verduras, reducir la actividad física sobre todo en los horarios de mayor calor y proponer juegos tranquilos.
Respecto de los síntomas del golpe de calor, indicó que suelen ser fiebre, cansancio, debilidad, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, irritabilidad, mareos o desmayos y en el caso de ser bebés pueden tener un llanto inconsolable. Sostuvo que estos deben ser tomados en cuenta como signos de alarma; consultar de forma rápida.
“Los niños deben permanecer en lugares frescos y ventilados y vestir ropa clara y holgada. Nunca hay que dejarlos en vehículos estacionados, aunque estén a la sombra y con las ventanillas abiertas, ya que esto puede ocasionar una situación grave”, explicó Filtrin.
La profesional pidió restringir la exposición física de los niños al sol y evitar los horarios pico, entre las 11 y las 16.
“La prevención es lo primero, pero si sufre un golpe de calor hay que colocarlos en lugar fresco, mojarles el cuerpo, permanecer quietos, ofrecerles agua si pueden beber y consultar en forma inmediata”, finalizó.