Los cadetes vuelven a reclamar seguridad

Los cadetes vuelven a reclamar seguridad

Los mensajeros dieron cuenta de cuatro asaltos en este mes pero dicen que las agresiones son cada vez más violentas y ocurren en todas partes.

INQUIETUD. Los mensajeros dicen que tienen “un total desamparo en la calle, hay falta de accionar de las fuerzas policiales”. la gaceta / foto de osvaldo ripoll

“Antes sólo te robaban. Ahora te aparecen armados y muchos compañeros fueron heridos”, expresó Gonzalo Zamorano, uno de los cadetes y organizadores de la marcha que se realizó ayer a las 20.30 en plaza Independencia para exigir seguridad en sus puestos de trabajo. “Pedimos que se nos escuche, que cuando hagamos una denuncia se actúe rápido. Nos asaltan y nadie nos devuelve nada. Lo que termina pasando es que los cadetes terminan perdiendo su trabajo”, agregó.

Según dijo, hay 500 cadetes trabajando activamente, los cuales fueron llamados a participar de la convocatoria que se hizo en avenida Mate de Luna frente al Monumento al Bicentenario a las 19.30, y que luego culminó en la marcha hacia la plaza Independencia. “La inseguridad en nuestro trabajo viene hace años, pero ahora es más violento. Nos roban de todo: motos, bicicletas, celulares, plata… es mucha la inversión que hacemos y nadie nos devuelve nada. Muchos de los chicos no están en condiciones de volver a comprarse una moto y terminan desistiendo. Renuncian al trabajo como cadetes”, dijo Gonzalo.

Según aclaró, esta convocatoria fue para toda persona que realiza su trabajo como cadete. “Los hechos de delincuencia se dan en todos no sólo a los que están en alguna aplicación. Tenemos un total desamparo en la calle, hay falta de accionar de las fuerzas policiales. Hay un protocolo extenso que nos exigen que llegó a cansarnos y a desistir de querer recuperar nuestras cosas robadas”, insistió el cadete. En lo que va del mes contabilizan cuatro asaltos: dos a los que les robaron el celular y dos, la moto y el celular.

Daniela contó que ella eligió trabajar en plena pandemia porque le fue difícil conseguir otro trabajo. “Soy madre soltera, soy cantante y no conseguía trabajo de lo mío. No me quedó otra que trabajar de esto con los riesgos que implica y hago mis envíos en bicicleta. Es un trabajo en donde estamos expuestos a todo, a inseguridad e incluso maltratos de clientes y negocios”, dijo. Además, remarcó que no hay un horario ni una zona específica en donde estén ocurriendo los asaltos a cadetes. “Pasa a toda hora. Yo trato de manejarme por las cuatro avenidas y de día. Está inseguro en todo momento”, expresó.

Ella y Gonzalo coincidieron en que hoy no se puede hablar de zona peligrosa en Tucumán. “Muchas veces los mismos clientes se demoran al salir y retirar su pedido, y nosotros quedamos expuestos. Puede pasar de todo. Creo que la gente de los barrios es más solidaria porque nos esperan afuera, reconocen que la zona es insegura y nos lo dicen”, contó el joven organizador de la marcha.

“Buscamos que nos acompañen, que nos escuchen. No estamos en contra de nadie. Queremos que la Justicia accione”, culminó Gonzalo.

Suma de hechos

Hugo Santucho, secretario general del gremio que nuclea a los mensajeros y cadetes de la provincia, dijo estar preocupado por la situación de inseguridad que se está viviendo. “Entre el año pasado y este año fueron 7 u 8 protestas para exigir seguridad. Es preocupante. Hay mucha violencia en las calles y se pide al Gobierno que actúe ante esto”, expresó.

Un hecho que marcó a la comunidad de cadetes fue la muerte de Alejandro Sánchez, de 31 años, que fue asesinado el 13 de mayo de 2020 cuando había salido de su casa para ir a trabajar en una sandwichería. Cerca de su casa en avenida Colón al 1.400 fue interceptado por al menos tres ladrones que querían robarle su motocicleta. Sánchez habría intentado escapar y entoinces recibió dos disparos.

Sánchez tenía dos hijos. “Duele mucho y es difícil de explicar. Cada vez que podemos acompañamos las marchas que hacen”, dijo en su momento la viuda de Sánchez.

Otro de los casos fue el de Javier Gómez (25), padre de dos hijos, quien fue atacado el 9 de septiembre del año pasado también, cuando circulaba en su moto por la avenida Circunvalación y unos desconocidos le pegaron con un palo en la cabeza que lo hizo caer. Los delincuentes se subieron a la moto y se fueron. El hombre murió al poco tiempo en el hospital Padilla. Días después del crimen, se realizó una convocatoria en el Monumento al Bicentenario con marcha hacia la plaza Independencia para exigir justicia.

Roberto Romano, otro de los cadetes asaltados, fue sorprendido por delincuentes en Muñecas al 1.400 en mayo de 2020.

En esa oportunidad, Romano contó a LA GACETA que había esperado 10 minutos en la puerta de un domicilio, fue interceptado y reducido a culatazos para robarle todo lo mencionado.

“Me quedé tirado como un perro llorando. No podía creer que me quitaban mi moto, que es mi fuente de ingresos y también un dinero que tenía que trasladar”, dijo. “Me arruinaron. Me destrozaron física y psicológicamente”, expresó. Luego desde el gremio con su referente Santucho organizaron una colecta solidaria para recaudar fondos así la víctima pudises comprar una moto usada.

Este año, el 11 de enero se llevó a cabo otra protesta frente a Casa de Gobierno en contra de la inseguridad, después de los ataques a varios cadetes.

“Venimos reclamando hace mucho tiempo que presten atención a la cantidad de robos, pero no obtenemos respuestas”, dijo en aquel momento el gremialista Santucho.

El 23 de enero de este año, Facundo Grimalde de 23 años, había dejado su motocicleta en puertas de un restaurante de 25 de Mayo al 300; entró a buscar el pedido y cuando salió ya no estaba el rodado que había dejado estacionado en la vereda.

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