Históricamente, Tucumán fue el punto rugbístico de referencia en el norte argentino y una de las fuentes principales de talento en las que abrevaron Los Pumas. Sin embargo, en los últimos años la provincia se vio desplazada por Salta a la hora de alojar partidos del seleccionado argentino. En 2022 esa sensación de nostalgia se sentirá con mayor profundidad a causa de una agenda invernal que repartirá tests matches internacionales contra Escocia por todo el NOA, pero ignorando olímpicamente a Tucumán. La Unión Argentina de Rugby confirmó que Jujuy, Salta y Santiago del Estero serán las sedes de la ventana internacional de mediados de año, en la que Los Pumas volverán a jugar en suelo nacional después de tres años, por lo que los tucumanos deberán trasladarse hacia las provincias vecinas para ver en vivo el regreso del seleccionado.
La pregunta que todos se hacen cae por su propio peso: ¿por qué no Tucumán, si es la provincia de mayor fervor rugbístico, la de mayor influencia después de Buenos Aires y la cuna de varias de las figuras del plantel actual, incluyendo a Nicolás Sánchez, goleador histórico de Los Pumas y con récord de presencias?
Para algunos, es imposible no ver en esa omisión tan llamativa un pase de factura de la UAR a la URT por haberse declarado en rebeldía ante la orden de formar un Comité Fiscalizador del torneo Regional, organismo que los clubes tucumanos consideraban abiertamente injusto (Tucumán es con mucha diferencia la Unión del NOA con mayor cantidad de jugadores, clubes y árbitros) y lesivo de la autonomía de la URT.
Sin embargo, incluso si esa vendetta fuera cierta (eso ya queda a criterio de cada quien), no sería un argumento decisivo. Sí lo es el económico: traer a Los Pumas no es ninguna ganga. Entre el derecho (fee) de ser sede de un test match internacional y los gastos de logística (pasajes de avión para ambos planteles, hotel, comida y demás requerimientos), la suma necesaria ronda los 20 millones de pesos. Una suma inalcanzable para cualquier Unión provincial, por lo que se hace prácticamente imposible sin el apoyo del estado. Y mientras en Jujuy, Salta y Santiago existe esa decisión política, en Tucumán no. El gobierno tiene otras prioridades, o eso dice.
Hay una cuestión trascendental más: el escenario. El estadio de Atlético fue duramente criticado en las últimas visitas de Los Pumas (vs Irlanda en 2014 y vs Francia en 2016), por no estar a la altura de un test match internacional. Con el “Decano” desde hace varias temporadas en Primera, el Monumental José Fierro hoy muestra otra cara, y con su capacidad de 35.000 espectadores bien podría ser sede. Sin embargo, aunque los 20 millones de pesos estuvieran sobre la mesa, también se hubiera tenido que acomodar la agenda de Los Pumas con la del “Decano” en la Liga Profesional (que aún no está confirmada).
“Se necesita un estadio”
“Me genera una tristeza enorme como dirigente deportivo y como tucumano ver cómo año a año vamos perdiendo protagonismo en el NOA. Las provincias vecinas se están desarrollando en muchos aspectos con una visión que acá nos está faltando. Tiene que haber una decisión política de mejorar las cosas”, opina Marcelo Corbalán Costilla, presidente de la Unión de Rugby de Tucumán. “Nos postulamos para tener uno de los partidos contra Escocia, pero por cuestiones de agenda desde el gobierno no llegaron a recibirnos a tiempo para tratar el tema. Este tipo de eventos se definen con mucha anticipación”, explica.
Para Corbalán Costilla, parte de esa visión más ambiciosa es la construcción de un estadio único, capaz de alojar eventos de gran magnitud. “Se piensa que no tiene sentido construir un estadio que se va a usar dos veces al año. Eso es tener una mirada muy corta. Un estadio trae una mayor visualización de la provincia como lugar apto para espectáculos masivos de deporte y entretenimiento. Eso beneficia al turismo y a muchos sectores también. Entiendo que hay cuestiones urgentes, pero digo que se desvíen fondo de eso para un estadio, digo que se debería poder solventar ambos. Más ahora que tenemos al ex gobernador Juan Manzur en una posición tan fuerte como la de jefe de gabinete nacional. Es una oportunidad que no deberíamos perder”, propone.