1) Seguridad digital. La pandemia aceleró la digitalización de nuestra vida. Mudamos la oficina a casa, instalamos nuevos programas en computadoras y celulares, nos suscribimos a nuevos servicios en la nube que antes no utilizábamos. Muchas de las prácticas que realizábamos en el mundo analógico las trasladamos a la web: trámites, pagos, reuniones, entre otras actividades. Este escenario amplió nuestro horizonte tecnológico, pero al mismo tiempo incrementó nuestra exposición a hechos de inseguridad digital. Uno de los delitos más comunes que vivimos este año fue la suplantación de identidad en Whatsapp. Si bien WhatsApp cuenta con algunas opciones para dificultar la vulnerabilidad de identidades, la mayoría de los usuarios no realizó la verificación de dos pasos que provee la aplicación. Es decir, existió y existe una limitación por parte de los clientes, pero la herramienta tampoco realizó mejoras para prevenir estos delitos. De la misma manera, nuestro correo electrónico hoy tiene un grado de exposición superior y las posibilidades de ser víctimas de phishing son mayores. A través de esta técnica, los delincuentes envían correos falsos como anzuelo para captar contraseñas y datos personales valiosos. Según asociaciones internacionales que promueven la protección ante estos ataques, en 2021 se duplicaron los casos de phishing con respecto al año anterior y los sectores más atacados, además del correo electrónico, fueron los financieros, las redes sociales y el comercio electrónico. Elevar los estándares de seguridad para proteger aún más a los usuarios es imprescindible.
2) Billeteras virtuales. La pandemia también incrementó la utilización de nuevos canales de pagos y 2021 fue la explosión de las billeteras virtuales. Sólo en Argentina pueden contarse más de siete productos fuertes, con distintos tipos de respaldo y todos en expansión. Según el último informe publicado por Red Link, más de 4,9 millones de argentinos las utilizaron durante septiembre de este año, tres veces más que la cantidad registrada durante el mismo mes de 2020. En promedio se calcula que durante dicho mes cada cliente realizó 35 operaciones. Los números indican, por lo tanto, que la tendencia seguirá en aumento, como así también las regulaciones que se aplicarán tanto en materia impositiva como de seguridad. De acuerdo a un relevamiento realizado por la agencia de investigación de mercado Quiddity, la Argentina es el país que lidera el ranking de uso de billetera virtual y códigos QR, a pesar de tener aún una baja frecuencia de uso. Es más, los argentinos somos los que más compras online realizamos según dicho reporte y las categorías con mayor consumo son ropa y calzado, electrónicos y accesorios tecnológicos, comida y bebida. Hasta ahora Mercado Libre es la plataforma más elegida a nivel regional para realizar compras online y su alcance excede a las fronteras locales, siendo líder en la región. En provincias vecinas como Salta ya se puede pagar hasta el colectivo con billeteras virtuales, una gran medida para ahorrar tiempo y los típicos inconvenientes que implican recargar la tarjeta para viajar. 2022 promete ser otro año de expansión y sobre todo veremos cómo las compañías buscarán atractivos diferenciales para posicionarse como líderes. Beneficios como descuentos, puntos y otros programas de fidelización serán los aliados para seguir creciendo en el mercado.
3) Los trabajos del futuro. Como consecuencia de los puntos anteriores, 2022 también será el año de los expertos en ciberseguridad, un perfil con altísima demanda a nivel global y con muy poca oferta. De hecho, son escasas las unidades académicas locales que forman a dichos profesionales. Según un informe de la consultora Randstad, en los últimos 12 meses se publicaron más de 166.000 puestos de trabajo con la leyenda “analistas de seguridad”. Se estima que para cubrir la demanda del mercado laboral en ciberseguridad, la cantidad de personal especializado debería aumentar en un 145%, de acuerdo a datos de ISC, un organismo que certifica estudiantes en ciberseguridad. Es decir, a nivel mundial se necesitan cuatro millones de profesionales. En Argentina, las unidades académicas calculan que se necesitarán al menos 10.000 profesionales, quienes podrán ganar sueldos que partirán desde los $100.000 al mes. La inteligencia artificial también promete buenos salarios en un mercado que quiere cambiarlo todo en el mundo del trabajo. Hace pocos días el hombre más rico del mundo, Elon Musk, instó a las generaciones más jóvenes a inclinarse por profesiones vinculadas con este campo de la informática. Musk, la persona del año elegida por la revista Time, advierte que muchas profesiones y oficios se volverán inútiles.
4) Educación virtual. A pesar de que el 2021 significó el regreso a clases de la mayoría de las instituciones educativas, las debilidades estructurales en materia tecnológica y socio-económica de la población dejaron en evidencia que en nuestro país la industria del conocimiento es todavía una utopía. Según un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el abanico de respuestas digitales de emergencia que se impulsó desde el Estado ante la necesidad de virtualizar al aula fue insuficiente para completar la transformación digital del sistema educativo. Las desigualdades frente al acceso tecnológico y a la calidad de la conectividad son dos barreras que impiden ampliar el alcance de una respuesta integral ante las diferentes necesidades pedagógicas. Por eso, el informe publicado a mediados de este año remarcó la necesidad de sostener una mirada integral centrada en el uso pedagógico de las tecnologías, que guíe tanto al desarrollo de plataformas de contenidos y gestión de aprendizajes como al diseño de programas de formación docente continua. Esta mirada centrada en las desigualdades también fue el foco de atención del informe de Unicef “Impacto de la pandemia en la educación de niñas, niños y adolescentes”. Según este documento, el regreso a clases durante 2021 implicó nuevos escenarios de desigualdades entre los estudiantes. El regreso a clases además se complejizó con la segunda ola de la covid-19 en nuestro país y el consecuente aumento de contagios en muchas jurisdicciones. Finalmente, el informe señaló que uno de los cuellos de botella más relevantes en el contexto de escolaridad en pandemia se manifestó en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los hogares. Mal que nos pese, solo el 50% de las familias se encuentran en condiciones de ofrecer a los alumnos del hogar una computadora y conectividad para que puedan realizar tareas para la escuela. 2022 entonces representa una oportunidad para comenzar a saldar estas deudas impostergables en materia educativa.
5) Los costos de la innovación. La brecha no sólo es educacional. Todo el sector tecnológico de Argentina vive el peor escenario para la compra de insumos fundamentales. Según un informe elaborado por Grover.com, el país es el más caro en el mundo para comprar tecnología: presenta un 67,34% por encima del costo promedio de los productos electrónicos comunes. Detrás aparece Nigeria, mientras que el podio lo completa Brasil. En tanto, Hong Kong aparece como el lugar donde los artículos electrónicos son más baratos, con costos que promedian un 16,46% por debajo de la media, seguido de EEUU e Indonesia. Comprar un Iphone 12 de Apple tiene, según Grover.com, un costo de 2.248 euros en Argentina, mientras que en Brasil el valor es de 1.376 euros, un 38% más barato. El precio de la Sony Playstation 5, la consola más codiciada por los fanáticos de los videojuegos, es de 1.558 euros en una tienda física mientras que si se compra por internet el valor alcanza los 1.645 euros. En Estados Unidos, el mismo producto se puede conseguir a 703 euros. El mismo criterio puede aplicarse por ejemplo para la compra de placas de video y microprocesadores, componentes fundamentales para trabajos de computación de alto rendimiento o bien en el alquiler de servicios en la nube que brindan empresas como Google y Amazon.