“Para nosotros es un despojo de lo único que nos queda, de lo que es la memoria familiar”, dijo Oscar Facundo Cano Salvatierra, uno de los propietarios de la antigua casona de Colalao del Valle que el Gobierno quiere expropiar con el objetivo de fundar ahí el Museo del Vino de los Valles Calchaquíes. La Legislatura avanzó esta semana con el proyecto impulsado por el oficialista Juan Rojas bajo el fundamento de "la imperiosa necesidad de vincular las actividades turísticas que se desarrollan en la zona de los Valles Calchaquíes con la explotación local vitivinícola, cuyo crecimiento es cada vez más notorio", según se lee en el proyecto.
La familia Cano Salvatierra, sin embargo, no pretende ceder la casa y el terreno. Consideran que es el único lugar que guarda todos los recuerdos familiares y no quieren perderla. “Ahí se contiene toda nuestra historia familiar. En mi caso se trata de mi casa paterna, donde guardo tantos recuerdos. He crecido ahí, fui a la escuela al lado. Incluso había una puerta de tela por la que pasábamos a la escuela directamente desde la casa”, recordó “Facu”, como lo llaman sus parientes más cercanos.
Además, Oscar Facundo explicó en una entrevista con LA GACETA que la iniciativa presentada en la Legislatura -y que esta semana dio un paso importante- no tiene un sustento idóneo que la justifique. “Ni siquiera está bien armado el proyecto, es un mamarracho. No hay gente competente trabajando en el proyecto. Fallan en datos históricos, le erran por 100 años”, sugirió. Y, con seguridad, agregó: “no es gente que esté pensando en un patrimonio histórico de la casa, está claramente visto como un negocio”.
La propuesta menciona el valor cultural que podría tener el inmueble, aunque la familia niega que ese sea el objetivo. “El inmueble cuya expropiación se requiere posee un solar que data del año 1918, en el cual se hará la instalación del mencionado museo, por lo que es, en sí mismo, una pieza histórica de la región, lográndose, por medio de esta norma, otorgarle la adecuada función cultural que merece como patrimonio de todos los tucumanos", se lee en el proyecto.
Por último, aseveró que la familia dueña de la propiedad jamás fue llamada para hablar sobre la iniciativa, para llegar a un acuerdo o para debatir la propuesta. “Hasta ofrecí debatir sobre el tema en la misma Legislatura, pero jamás nos llamaron. Y me consta que leen lo que escribo en las redes, invitándolos a un debate, pero no consigo nada”, dijo el joven de 27 años, que teme por el avance de la ley.