24 Diciembre 2021
La ansiedad, el estrés y las emociones de fin de año tienen un aliado más que pone en riesgo nuestra salud: los excesos. Las comidas navideñas o de Año Nuevo pueden alcanzar las 8.000 a 9.000 calorías entre alimentos y bebidas alcohólicas, cuando una dieta saludable por ejemplo es de 2.000 a 2.500 por día, aproximadamente.
Desde trastornos gastrointestinales hasta problemas del corazón se ven con mucha más frecuencia durante las fiestas de fin de año. De hecho, los médicos aseguran que en Navidad aumentan los infartos a causa de lo que se conoce como el “Síndrome del corazón festivo”. Se caracteriza por trastornos del ritmo cardíaco debido a la ingesta de cantidades moderadas o importantes de alcohol en cortos periodos, lo que produce palpitaciones y sensación de falta de aire.
Para evitar este tipo de contratiempos, la sugerencia es ponerse un freno al momento de los brindis y del consumo de comidas con grasas, señala la licenciada en Nutrición, Marianela Calcagno. Entre las recomendaciones que da, se destacan:
- Siempre es clave cuidar las porciones para poder comer un poco de todo y no quedarse con las ganas. La idea es no picotear y eso es posible cuando uno puede elegir comer lo que le gusta de verdad.
- No hay que olvidarse de tomar agua, masticar más los bocados y sumar verduras en los platos.
- Para no comer en exceso, hay que evitar que la comida sea el centro de atención y enfocarse en compartir el momento con las otras personas. “Venimos de casi dos años muy duros y vale la pena charlar y reencontrarse desde otro lado, más allá de la comida”, propone la profesional de la empresa de salud Medifé.
- Antes del postre hay que chequear la saciedad y recordar que seguramente después llegue el brindis y la mesa dulce por lo que es mejor negociar con uno mismo qué opción se prefiere. Recordar que al día siguiente se pueden retomar los hábitos saludables de alimentación y movimiento.
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