Marcelo Gallardo, director técnico de River Plate, habló este miércoles aseguró que se encuentra "muy contento" de haberse quedado en el club y explicó su frase sobre la guardia alta.
"Tiene que ver con que en la vida hay que estar alerta", afirmó Gallardo en una entrevista con TyC Sports.
Y agregó: "y no sólo hay que tener la guardia alta esperando que te pase algo. No estamos en un país donde todo funciona perfecto y entonces hay que salir a buscar, recorrer el camino, esforzarte y tener voluntad. Esa es la vida que me enseñaron de chico. Soy de Merlo y estar alerta es mirar para los costados y si cruzas la calle, ver si aparece alguien por donde no miras. Y si vas caminando es tener ojos en todos lados".
El DT se refirió además al rol social del fútbol y manifestó que "es popular en Argentina, algo pasional, y se lo utiliza para lo bueno y lo malo. El fútbol es un reflejo de la sociedad y lo decimos livianamente. Pero por qué no se pueden cambiar los paradigmas y que se determine que hacer las cosas bien genere adeptos para mejorar otras cuestiones".
"Cuando pasa algo bueno se lo destaca y cuando pasa algo malo 'es un reflejo de la sociedad'. Y en mi caso, por ejemplo, emitir una opinión en contra de lo establecido te genera algún tipo de problemas. Decir algo que le molesta a los demás genera problemas y te atacan. Yo lo hago para debatir temas que nos involucran a todos", remarcó.
"A mi se me sobre analizan demasiado lo que digo y hago. Lo vivo con la naturalidad que me caracteriza, porque soy genuino, con expresiones marcadas, y si quisiera camuflar algo, no lo podría hacer. Lo tengo que entender y ser cuidadoso, pero no puedo cambiar mi esencia. Vivo de esa manera. Uno tiene que convivir con un estado de obsesión que tenemos los entrenadores y a veces perdemos racionalidad", reconoció.
En esa línea, el "Muñeco" se refirió a su frase en el reciente festejo de la final en la que River derrotó a Boca Juniors en Madrid, y detalló que con ella trató de transmitir lo que significa "ganar lo que se ganó".
La frase en cuestión tuvo cierto misticismo porque en medio de un Monumental colmado le pidió a 70.000 hinchas "cerrar los ojos y pensar por 30 segundos que hubiese pasado si esa final se perdía".
"Ese será un tesoro para toda la vida, que será muy difícil de repetir. Quería que los hinchas disfrutaran de un momento eterno que no se los va a quitar nadie”, reflejó.
"Después, conozco donde estoy parado, me crie acá, en el camino me equivoqué, pero cuando se entiende que tiene que cuidarse el lugar, uno entiende que es una línea que debe bajar. Es algo que se dice y un accionar permanente, de actitudes diarias. Al llegar, el conocimiento del lugar me dio un margen positivo. Lo quería aprovechar y transmitir lo que significa estar en River Plate, el sentido de pertenencia que tenemos", destacó.
"Y estamos acostumbrados a que por el nivel de exposición que tenemos, es una tendencia elevar a alguien y ver cómo te bajan de un plumazo. Hay que tener cuidado con eso y con lo que uno transmite cuando se siente ganador. Por eso soy cuidadoso, ya que en la vida está eso. Si al vecino le va bien ya lo miramos de reojo. No sé piensa 'qué bien le va, que esfuerzo hizo' ni lo que trabajó para lograrlo", concluyó.