Enfrascados en el debate por la aprobación o por el rechazo del proyecto de Presupuesto 2022, pocos actores de la política argentina -o ninguno- deben haber reparado en las consecuencias administrativas de que el Gobierno no cuente con una "ley de leyes" que le permita gestionar el país durante el año que viene.
Y el caso es que, sin quererlo, la oposición empoderó fuertemente a Juan Manzur cuando rechazó la iniciativa que había mandado al Congreso el Poder Ejecutivo Nacional.
La legislación argentina contempla una alternativa para los casos en los que, por cualquier motivo, el Gobierno no cuente con un presupuesto para el año. El artículo 27 de la Ley N° 24.156 (de Administración Financiera) determina: "si al inicio del ejercicio financiero no se encontrare aprobado el presupuesto general, regirá el que estuvo en vigencia el año anterior, con (...) ajustes que deber introducir el Poder Ejecutivo Nacional".
Ahora bien, la Ley Nº 25.725, complementaria de la anterior, expresa que la persona facultada para realizar esos ajustes es, precisamente, el jefe de Gabinete de la Nación.
Existe un antecedente reciente. El 2 de enero del año pasado, mediante el decreto 4/2020 se había prorrogado el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2019. Por entonces, a poco de asumir, el presidente, Alberto Fernández, había afirmado que la iniciativa elaborada por el Gobierno saliente no reflejaba las reales condiciones económicas y sociales en las que se encontraba el país. En ese contexto, firmó el documento mencionado renglones arriba, mediante el cual prorrogaba el presupuesto vigente.
El artículo 2 de aquel decreto señalaba: "instrúyese al jefe de Gabinete (por entonces, Santiago Cafiero) a adecuar, oportunamente, el presupuesto que se prorroga a fin de dar cumplimiento a (...) la Ley de Administración Financiera y (...) a fin de incorporar los cambios institucionales establecidos".
Idéntico o similar texto dirá el decreto mediante el cual se prorrogará el presupuesto de este año, para que rija, con modificaciones, durante el año que viene.
Todo esto implica que Manzur tendrá literalmente en sus manos el manejo de los recursos y de los gastos nacionales, en tanto el Poder Ejecutivo Nacional no cuente con un presupuesto para el año que viene, la antesala al año de los comicios presidenciales.
De hecho, ya comenzaron a sonar voces importantes de la oposición, que reprochan la actitud del espacio, de no haber aprobado el proyecto de Presupuesto 2022, "Tendría que haber habido más diálogo. Lamento lo que pasó en la sesión, no se impuso la racionalidad; faltó aplomo para tener una posición más inteligente y responsable”, dijo el gobernador de Jujuy, y flamante presidente de la Unión Cívica Radical en el ámbito nacional, Gerardo Morales.
Esta mañana, Manzur adelantó que antes de fin de año el Presidente prorrogaría el presupuesto vigente mediante un decreto. Y a partir de ese mismo acto administrativo, el mandatario tucumano contará con las facultades para modificar los números.