En barrio Norte el video del violento asalto que sufrió una quiosquera el jueves en Santiago al 600 pasa de mano en mano. Ayer, a tres días del hecho, la Policía concretó la detención del sospechoso, que tendría numerosos antecedentes por robos agravados.
El jueves a las 16.30 un delincuente irrumpió en un drugstore de la mencionada cuadra y arremetió a culatazos a una de las tres chicas que atendían el negocio. Las víctimas, aterradas, terminaron encerradas en el depósito del local. El delincuente, por su parte, cargó en una mochila el dinero de la recaudación, los celulares de las empleadas y varias cajas de cigarrillos que estaban exhibidas para la venta. Luego huyó corriendo, tal como había llegado.
La investigación al mando de los comisarios Miguel Carabajal, jefe de la división Robos y Hurtos y de Daniel Cuellar, jefe de la seccional 1, condujo hasta una vivienda de pasaje O’ Higgins 2.500, donde se escondía Pedro Antonio “La Chuña” Brito, de 45 años, quien -según la Policía- había alquilado una habitación para mantenerse oculto por un tiempo. En ese cuarto le encontraron elementos que lo vincularía directamente con este hecho y con otros asaltos ocurridos en el último tiempo en barrio Norte (los detalles de la medida se informan por separado).
Encerrados
“Después de eso todos pusimos candado. Más hoy, que es domingo”, contó Santiago Molina, quien atendía otro drugstore de la cuadra. El local que había sufrido el asalto permanecía cerrado, con rejas y tres cadenas. “Está claro que no hay policías en esta esquina. A veces los vemos en la de San Juan y Maipú, y desde ahí suben para la Santiago, pero pocas veces se quedan en esta cuadra”, agregó el comerciante, que cree que una guardia fija ayudaría a traer paz a la zona.
“Dos noches nos pusieron un policía, hoy ya no. Sí los vemos pasar, porque a la vuelta está la Guardia Urbana, pero como digo, no es una constante. Hace poco, a primera hora, le robaron a una enfermera que iba a trabajar a un sanatorio de la San Juan. Es una vergüenza que pasen estas cosas teniendo una comisaría a la vuelta”, lamentó.
“Creo que está peor este año; esta mañana me quisieron asaltar saliendo de casa. Es otro barrio, pero la inseguridad está”, aseguró Molina que dice que ve con buenos ojos la idea que otros comerciantes quieren llevar como propuesta al Gobierno y a la Cámara de Comercio: que la Policía Federal se sume a los recorridos preventivos para estas fechas.
Malestar
Incluso en esa concurrida cuadra, se vuelve difícil encontrar movimiento un domingo por la tarde. Los pocos transeúntes que pasaban por Santiago al 600 reconocieron que estaban al tanto del hecho por el video que circuló la semana pasada. “Lo vimos en las redes sociales. Cuando ves la violencia con la que entra el tipo te impresiona. Hace brotar los peores pensamientos a uno, como el de que las penas tendrían que ser mucho más duras”, sintetizó Ernesto, un peatón que iba a visitar a un familiar al sanatorio Modelo. “No puedo hablar de la zona, porque estoy de paso”, agregó.
Enciende alarmas
“Debo decir que me sorprendió el hecho por la hora. A plena luz del día. Es cierto que a las 4.30 es todo más tranqui, pero siempre hay gente en la calle”, indicó Ignacio Crespín, quien atendía una heladería de Santiago al 500 junto a dos compañeros. Uno de los heladeros aún no había visto el video del asalto, sus compañeros se lo mostraron y quedó impactado por la forma en la que el ladrón atacó a la quiosquera.
“De noche siempre se toman más recaudos. Se atiende desde la ventana, se cierra todo, no dejamos nada de valor a mano; pero es insólito que los comerciantes tengamos que poner llave tan temprano por culpa de los violentos de siempre”, agregó Crespín.