Si bien no se trata de un escenario ideal, en las vísperas de un ansiado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el rechazo del proyecto de Presupuesto 2022, por parte de la oposición, no ata de pies y de manos al Gobierno nacional.
La legislación argentina habilita a que, mediante Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), el presidente, Alberto Fernández, realice ajustes presupuestarios, sobre la base de la "ley de leyes" actualmente vigente.
En efecto, el artículo 27 de la Ley N° 24.156 (de Administración Financiera) determina: "si al inicio del ejercicio financiero no se encontrare aprobado el presupuesto general, regirá el que estuvo en vigencia el año anterior, con (...) ajustes que deber introducir el Poder Ejecutivo Nacional en los presupuestos de la administración central y de los organismos descentralizados". Y a renglón seguido, enumera algunos de esos ajustes.
Allí, precisamente, radica una de las más fuertes diferencias con el sistema de aprobación de presupuesto de Estados Unidos, por ejemplo. Ante una situación como la que está viviendo la Argentina, ese país directamente se paralizaría, de acuerdo a sus leyes.
Según puede leerse -en Castellano- en el apartado destinado al Presupuesto en el sitio oficial del Gobierno de Estados Unidos, resulta imposible la gestión sin que se cuente con un plan financiero del año que corresponda.
"Si el Congreso aprueba y el Presidente firma (...) el país tiene un nuevo presupuesto. Si el Congreso no puede llegar a un acuerdo (...) puede aprobar un proyecto de ley Ómnibus con fondos para múltiples áreas. Si el presupuesto no se completa para el nuevo año fiscal, el Congreso debe aprobar una resolución permanente autorizando la financiación temporal similar a la que del año anterior o se enfrenta a un cierre del Gobierno", señala el resumen oficial de la normativa estadounidense.
Ademas, precisa qué ocurre en caso de que se declare un cierre: "el Gobierno deja de emitir pasaportes, cierra los parques nacionales y monumentos, detiene las operaciones de la NASA y pone muchas otras de sus funciones en espera. Cuando el proceso presupuestario se completa finalmente o el Congreso aprueba una resolución continua, el Gobierno reanuda sus operaciones normales".