Celulares: claves en el crimen de Taruca Pampa

Celulares: claves en el crimen de Taruca Pampa

Las intervenciones telefónicas y el rastreo del móvil de la víctima llevaban hasta el acusado.

TARUCA PAMPA. Lugar donde hallaron el cuerpo del rondín. TARUCA PAMPA. Lugar donde hallaron el cuerpo del rondín.

A más de un año de que se cometiera el crimen, Franco Darío Páez fue detenido y fue formalmente acusado por el homicidio del rondín Víctor Eduardo Ovejero. Las intervenciones telefónicas y el rastreo de celulares fueron clave para dar con el sospechoso, que habría continuado con su vida normal todo este tiempo.

En la madrugada del 27 de noviembre de 2020 una banda delictiva irrumpió en una finca ubicada sobre ruta 304, en la localidad de Taruca Pampa, Burruyacu. Ovejero cuidaba el predio cuando fue rodeado por al menos cuatro delincuentes que lo redujeron, lo maniataron con cordones de zapatillas y le dispararon en el pecho con un arma calibre 22. El rondín murió en el acto y su cuerpo fue encontrado en uno de los campos de limones que debía cuidar.

La teoría del Ministerio Público Fiscal (MPF) es que se trató de un crimen en ocasión de robo. En la galería de la finca se encontraron algunos elementos que la banda no logró llevarse, además de un gran desorden. Los ladrones robaron además el teléfono de Ovejero.

Rastreado

La investigación fue todo un reto para la Fiscalía de Homicidios II que encabeza Carlos Sale. El auxiliar fiscal Juan Pablo Godoy explicó que comenzaron el caso con el dato que había dado un vecino de La Ramada que, a pesar del temor, le dio información a la familia Ovejero sobre quiénes podían ser los autores del hecho. A partir de ese indicio surgieron nombres que conformaron la principal línea investigativa. Llegado el punto, la Justicia ordenó intervenciones telefónicas a los móviles de Páez y de otros cuatro hombres. También realizó un rastreo del teléfono de la víctima y de las líneas de los sospechosos. “Las antenas captaron que el teléfono de la víctima pasó minutos después del hecho por Villa Burruyacu, La Ramada y finalmente El Chañar. Con base en los testimonios conseguidos, se solicitaron intervenciones telefónicas. Páez y Cristian Adrián Juárez (prófugo) son los más vinculados por esta prueba. De las casi 300 escuchas, la mayoría los complica, pero por sobre todo, la ubicación de sus teléfonos al momento y después del hecho, porque coincide con la ubicación del celular de la víctima”, esgrimió Godoy.

Con el resultado de esas pruebas, la jueza María Balcázar ordenó la detención de los dos mencionados y una serie de allanamientos. Juárez no fue ubicado en ninguno de los lugares señalados. Páez, en cambio, fue arrestado en una casa de El Chañar, donde además le secuestraron varios celulares y una escopeta.

Prisión preventiva

Con todos esos elementos, Godoy pidió la prisión preventiva de Páez por seis meses. Tiempo en el que se estima que podrán dar con el líder y los demás miembros de la banda que acabó con la vida de Ovejero. En la audiencia del miércoles, el juez Diego Lammoglia dio lugar a la cautelar por ese plazo, aparentemente considerando que en libertad Páez podría entorpecer el hallazgo de los demás miembros del grupo.

El defensor Alejandro Flores rechazó el pedido, considerando que no estaban aclarando qué participación tuvo su defendido. “Mencionaron a un líder de la banda pero no parece que lo estén investigando. Un año después del hecho detienen a mi cliente y dicen que en libertad podría fugarse cuando todo el tiempo estuvo en su casa, ahí lo detuvieron. Todos los días salía a trabajar vendiendo frutas, como siempre”, argumentó. El patrocinante de la familia Ovejero, Álvaro Zelarayán (asumirá la querella en estos días), se adhirió a todo lo pedido por el MPF pero aclaró que a su tiempo plantearán que la figura del caso sería mucho más gravosa que un homicidio en ocasión de robo.

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