Acondicionar el microcentro para ofrecerles más espacios a los peatones fue la premisa con la que la Municipalidad puso a prueba un sistema de semipeatonales. Después de meses de adaptaciones, en algunos casos forzosas, con bolardos y macetones en la discusión, se inauguraron las definitivas sobre las calles 25 de Mayo, San Martín y Mendoza. Sin embargo, quedaron dos cuadras a la deriva: sobre 9 de Julio. Esa obra estaba planeada para agosto y, por diferentes motivos, parece condenada a un futuro próximo caótico, debido a que sólo cuenta con señalizaciones pintadas en el pavimento y, en el uso, los conductores tucumanos hacen, literalmente, lo que quieren.
En la Municipalidad siempre ponderaron que semipeatonalizar las calles del centro permitiría mayor circulación de peatones, para redinamizar la economía del casco antiguo de la ciudad. Así, se verían beneficiados comerciantes y gastronómicos, que aprovecharían un mayor flujo de potenciales clientes.
Sobre 25 de Mayo, entre Santiago del Estero y San Juan, en calle Mendoza al 800 y en San Martín al 600 y al 700, la suma de más metros ayudó a contener a los cientos de tucumanos que caminan todos los días, en hora pico, por ahí, pero todavía no logró desalentar a los conducen.
En los planes del municipio, la culminación del proyecto contemplaba las dos primeras cuadras de la calle 9 de Julio, para apuntalar las comodidades de acceso hacia la Casa Histórica, ubicada en la peatonal Congreso.
Pero ese tramo está lejos de completarse. O al menos de planificarse un posible plazo para el inicio de la ejecución. Sucede que, según Alfredo Toscano, secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, los problemas de hundimiento en el piso, sumados a las deficiencias estructurales del Museo Timoteo Navarro, hacen que "pensar en una fecha" sea "incierto".
Para ensanchar las veredas, "primero debe estar solucionado el problema de las cloacas", que debería ser encarado por la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), y segundo, la confirmación de que el añoso edificio de la sala de exposiciones no sufrirá daños con la puesta en marcha de los trabajos.
Con todos esos factores en juego, atribuidos a terceros, en el municipio deberán resolver qué hacer con el tránsito por 9 de Julio, que al haber perdido la mayoría de las bolas de cemento (incluso el subsecretario de Tránsito, Enrique Romero, rompió una a mazazos esta semana), hoy es ocupada por los automovilistas, no sólo para circular sino también para estacionar sobre la zona señalizada.