La visita de Alberto Fernández: la enorme deuda que la Nación mantiene con la Justicia Federal en Tucumán

La visita de Alberto Fernández: la enorme deuda que la Nación mantiene con la Justicia Federal en Tucumán

Contradicciones entre los dichos del Presidente en Monteros y la realidad de los tribunales locales.

Justicia Federal Justicia Federal LA GACETA / ARCHIVO.

“Necesitamos reparar los conflictos que se dan en la sociedad con velocidad, y en ámbitos de buena calidad”. Las palabras del presidente, Alberto Fernández, por lo menos en nuestra provincia, sonaron como una mera expresión de deseos que está lejos de cumplirse. Pareciera que nadie le avisó que la Nación mantiene una enorme deuda con el fuero federal de Tucumán que está remendado por entero por la falta de decisiones de los otros poderes del Estado.

A saber: la Justicia Federal, en estas tierras, es multifuero. Es decir, debe atender cuestiones previsionales, impositivas, de obras sociales, ambientales, narcotráfico, trata de personas, corrupción y velar por el patrimonio nacional en la provincia. Son causas que, como dice el Presidente, interesan a la sociedad. En Tucumán es una utopía hablar de jurados. Primero se deben cubrir todas las vacantes que existen y que atentan con el normal cumplimiento del servicio de Justicia.

A saber. En Tucumán debería haber dos jueces, pero sólo cuenta con uno (Fernando Poviña) que atiende los dos juzgados, ya que Daniel Bejas fue nombrado en la Cámara Electoral Nacional y su puesto no fue cubierto. Además, sigue en veremos la habilitación del Juzgado Federal III que fue creado en 2013. José Manuel Díaz Vélez ganó el concurso para ese cargo, pero su pliego recién fue enviado al Senado para su aprobación.

La provincia cuenta con tres fiscales federales, pero es una especie de espejismo. Carlos Brito ya tiene todos los trámites listos para jubilarse. Agustín Chit fue nombrado para hacerse cargo de la Fiscalía Federal III que fue creada por ley, pero hasta el momento no fue habilitada. Se resolvió que el recientemente asumido ocupe provisoriamente la fiscalía que ocupaba Pablo Camuña, para que éste pase a desempeñarse como fiscal ante el Tribunal Oral Federal. Antes desempeñaba con ambas tareas.

Pero Camuña tampoco puede atender sus funciones con normalidad. Ocurre que está totalmente conformado el tribunal federal de la provincia. A las jubilaciones de Alicia Noli y Gabriel Casas estuvo varios meses de licencia por enfermedad Carlos Jiménez Montilla y recientemente se reincorporó. Este problema se resuelve convocando a magistrados de otras provincias para intentar lo que es imposible: que los expedientes se sigan acumulando por falta de resolución.

Otro dato: la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, que debe atender todos los planteos a nivel regional, tampoco está funcionando correctamente porque dos de los cinco cargos se encuentran vacantes. Se espera que en los próximos días se incorpore Patricia Moltini.

Hasta aquí se habló únicamente de los funcionarios judiciales. Quedaron de lado los recursos humanos y tecnológicos que se necesitan para que el fuero federal funcione correctamente. Un ejemplo: luchar contra el narcotráfico es una de las mayores exigencias de los tucumanos, pero sumando las dos fiscalías, no son más de 10 los empleados que deben trabajar en esos casos.

Sí, es cierto, ya hay pliegos enviados y concursos en marcha. Pero la realidad indica que esos procesos duran varios años. Chit, por ejemplo, debió esperar más de cinco años para asumir en una fiscalía que nunca se puso en marcha. Así será muy difícil que los habitantes de esta provincia puedan esperar que sus conflictos se resuelvan con velocidad.

Comentarios