Las búsquedas en Google y la radiografía de nuestro tiempo

Establecemos una relación específica con cada una de las plataformas con las que interactuamos. Las redes sociales, por ejemplo, tienen una doble función: sirven para expresarnos pero también para sorprendernos. Allí publicamos nuestra alegría, nos motivamos, denunciamos y al mismo tiempo nos encontramos con piezas que, con mayor o menor afinidad, no conocíamos e incorporamos en nuestro acervo digital. Son tantos los estímulos a los que estamos expuestos en sus muros que con frecuencia nos informamos de algo para luego desconocer el origen de dicho contenido. Los algoritmos luchan para ser lo más precisos y volver a cautivarnos en cuestión de minutos. Los muros se refrescan al ritmo de tragamonedas, nuestra atención se dispersa pero al mismo tiempo incorpora un nuevo dato.

Los buscadores en cambio tienen otra lógica. Google nos ofrece un espacio vacío, como una hoja en blanco que desconoce en principio lo que estamos pensando. Las búsquedas en realidad son una consecuencia de una operación mental previa: el interés, la duda, la incertidumbre ante un tema específico y la motivación por resolverla. Todo eso en cuestión de segundos. Hasta hace unos años, dicha duda necesitaba un tiempo para ser resuelta. Teníamos que sentarnos a prender una computadora, necesitábamos de un tiempo y un espacio adecuado. Pero la incorporación de esta solución en nuestros teléfonos es una implosión cognitiva: nuestras búsquedas se hacen de forma instantánea, en cualquier lugar. Según los propios datos de Google, a principios del nuevo siglo se recibían un poco más de 100.000 búsquedas por minuto. En 2012, cuando los teléfonos ya permitían búsquedas entre sus opciones, dicha cifra se multiplicó por 20 y superó los dos millones de búsquedas por minuto. Este año Google finalizará con casi 5 millones de búsquedas por minuto.

¿Pero qué dicen las búsquedas sobre nosotros? ¿Qué cosas nos inquietan o hacen que saquemos de forma desesperada nuestro teléfono para resolver? Cada búsqueda responde a un perfil exclusivo, pero el total de las consultas puede, quizás, darnos un panorama de nuestro tiempo. La semana pasada Google publicó las tendencias de consultas realizadas durante 2021 y los datos fueron totalmente diferentes a los de 2020. De las diez frases más buscadas, sólo una estuvo relacionada a la pandemia del coronavirus. Lo más buscado fue “Copa América”, seguido por “dónde voto” y el podio se completó con “NBA”. Durante el año en el que vivimos la segunda ola del virus que azotó a todo un planeta, las dudas de los argentinos parecieron estar ajenas a dicha preocupación. El único término vinculado a la pandemia fue “vacunate”, en clara referencia a la campaña de inoculación que se impulsó este año. Otras palabras reflejaron los temas que nos quitan el sueño: “PSG”, “Wanda Nara”, “Chano” y “hot sale” también integraron la lista de las diez consultas más importantes de este 2021.

Las consultas sobre vacunación tuvieron su pico en enero en Argentina y la muerte del periodista Mauro Viale, por covid-19, también llamó la atención de los usuarios a principios de año. También fue el año en el que hubo más consultas sobre el cambio climático y según Google, los argentinos buscamos como nunca antes “selección argentina” durante el desarrollo de la Copa América en Brasil. La empatía también tuvo lugar entre las búsquedas: “cómo ayudar a Afganistán” figura entre los términos más destacados hacia mitad de año y “día del abuelo” fue uno de las frases más consultadas durante agosto.

Un año atrás, el mismo informe daba cuenta de que 2020 había sido el año de la incertidumbre sobre la salud. Buscamos “coronavirus”, “zoom”, “permiso para circular”. También el año de la necesidad, con consultas sobre “trámites a distancia” e “ingreso familiar de emergencia”. Y finalmente, el año de “diego maradona”. Palabras que parecen de un lejano pasado, palabras que seguramente tatuamos en nuestros recuerdos para siempre.

Nadie sabe cuáles serán las búsquedas del 2022. Todo parece indicar que cada vez tendremos consultas un poco más alejadas de la angustia. Las tendencias de Google parecen ser una radiografía de nuestro tiempo, una bitácora de esas miles de operaciones que transitan por nuestras mentes antes de agarrar el teléfono. La caja vacía del buscador espera nuevas búsquedas para ser completada mientras caminamos. La curiosidad nos mantendrá inquietos, y por más triviales que parezcan las consultas, al menos revelarán que seguimos moviéndonos.