Desde el año pasado viene creciendo el número de argentinos que decide emigrar hacia otros países, como consecuencia de la profundización de la crisis económica, de la incertidumbre y de la falta de perspectivas en nuestro país. Las consultas para conseguir el pasaporte europeo, alguna ciudadanía o una visa estadounidense aumentan todos los días.
Son jóvenes y también hay cada vez más mayores de 40 años que buscan irse. Familias enteras ven a Ezeiza como única salida a su descontento. Buscan construir un futuro para los hijos que no ven posible aquí.
¿Cuáles son los tipos de trabajo que eligen argentinos que se van? ¿Se conforman con cualquier puesto o buscan empleos calificados? En esta nota entrevistamos a tucumanos que se fueron en los últimos tiempos para que nos cuenten cuáles son las opciones laborales que encontraron.
Aunque cada caso es particular, las oportunidades dependen de la edad del migrante, la profesión que tiene y si llega con una ciudadanía o solo con un permiso. Especialistas en programación y profesionales en áreas como ingenierías, medicina y enfermería son algunos de los perfiles más demandados, y también existen ofertas para diversos profesionales y técnicos en áreas de la hotelería y turismo, pastelería y manejo de carga pesada.
A esto se suman los perfiles de especialistas en procesos de marketing digital y comunicaciones, detalla María Laura Colque, presidenta de la Fundación para el Desarrollo Profesional.
Colque remarca que hay muchos argentinos que están emigrando a distintos países latinoamericanos (México especialmente), donde ocupan puestos de gestión comercial especialmente vinculados al turismo. En Europa hay buenas oportunidades para los especialistas en programación, marketing, diseño y arquitectura, resalta.
Gonzalo Zalazar Romero, un tucumano que vive junto a su esposa y a su hija en Marbella, España, cuenta que a ese país han llegado muchísimos argentinos en los últimos cuatro años, pero especialmente desde 2019 en adelante. Desde la consultora que dirige (Quality Research-Estudios de Mercado) ha estudiado bastante el tema y una de las conclusiones a las que llegó es que emigran, por ahora, los que pueden costearse una estadía de entre seis meses y un año. “No se observa un éxodo sin esta condición, debido a que el costo de vida es muy alto en Europa en general; vemos estudiantes y familias de un poder adquisitivo medio alto a alto. La mayoría de los inmigrantes de más de 40 años realizan inversiones de negocios (franquicias de todo tipo); también se observan profesionales que ya tienen una propuesta concreta de trabajo, en su mayoría del área de la salud y de tecnologías (programadores, analistas de sistemas, etcétera); y hay una minoría que viene a ‘probar suerte’ y consiguen empleos en lo que aquí se llama hostelería: bares, restaurantes y hoteles”, describe.
Luego enumera los rubros que se observan en crecimiento de los cuentapropistas argentinos en España: comidas típicas para llevar, servicios en la construcción (remodelaciones, mantenimiento y pintura) y distribución de paquetería (los correos incrementaron su actividad por la pandemia). “También es muy común cruzarse con argentinos en tiendas de indumentaria y electrodomésticos”, contó.
Zalazar Romero hace una aclaración: “si bien hay oferta laboral, solo consiguen trabajo aquellas personas que tienen un permiso legal de residencia, casi no existe el trabajo informal o fuera de la ley, porque las penalizaciones son muy duras en este sentido para el empleador”.
Algo parecido ocurre en Italia, país en el que cada vez más argentinos buscan obtener la ciudadanía, según cuenta Marcelo Castagno, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Italianas de la circunscripción Córdoba (FAIC).
En el caso de conseguir la ciudadanía o de tener un contrato de trabajo (lo cual hace que la persona pueda salir de Argentina con una visa laboral) hay mejores oportunidades. Caso contrario las opciones son empleos de baja categoría y salarios que apenas alcanzan para sobrevivir, cuenta.
En los últimos tiempos, con el teletrabajo, para muchos argentinos ha sido más fácil mudarse a Italia. Una vez que regularizan su situación y aprenden el idioma, hay más chances laborales.
Emilse Torrens, de 39 años, se mudó a un pueblo al sureste de Francia hace tres años. Allí trabaja como animadora de niños en una escuela. “Aquí, mientras tengas una visa laboral, se puede trabajar en lo que sea, como camarero, en el supermercado como cajera o repositora, como niñera y en el correo para preparar pedidos”, describe. Pero hace una aclaración: “hay que aprender el idioma; en Francia no se habla en inglés y la verdad que no son para nada amables al momento de tratar de entenderte”.
“Si tenés los papeles en regla se abren muchas puertas. Hasta podés acceder a un programa del gobierno que se llama Pôle Emploi (polo de empleo); uno se inscribe y tenés un consejero que te guía para buscar trabajo”, señala.
Paula Soto, quien reside en Londres hace dos años, cuenta que su esposo consiguió trabajo antes de viajar, buscando por LinkedIn. “El vino con un cargo senior como programador de software. En mi caso vine sin trabajo a estudiar un bootcamps de ciencias de datos y cuando terminé comencé a buscar empleo. Ya había mejorado mi inglés y pude acceder a un trabajo calificado de programador de software”, describe la ingeniera
Según la experiencia de los Argentinos que están en Reino Unido, según Paula, no es difícil conseguir trabajo no calificado si estás legalmente. Para empleos calificados hay más dificultades, pero cuando acceden obtienen muy buenas remuneraciones. “En nuestra área los sueldos son muy altos, y es muy buena la experiencia a nivel profesional y personal”, apunta.
Suecia es otro de los países que se ha convertido en un imán para los argentinos. Tiene oportunidades laborales bien remuneradas, para profesionales en campos de la salud, la administración y la ingeniería. Si bien se valora dominar el sueco para acceder a la mayoría de ofertas laborales, existen muchas en inglés, lo cual sí es un requisito primordial.
Carlos Agustín Danna, de 32 años, es desarrollador de software y vive desde hace tres años en Estocolmo. “No es difícil encontrar empleo; hay gente que trabaja en casi todos los rubros, como investigación, desarrollo de software, profesores y mucha gente haciendo work and travel (programa internacional que permite viajar trabajando) en restaurantes o bares”, describe.
De mudanza
Más argentinos se van a otro país
Al menos 100 argentinos se van por día del país y la cifra crece cada vez más. Según los datos de la Dirección Nacional de Migraciones, en los primeros nueve meses de 2021 más de 26.000 ciudadanos declararon salir del territorio por “mudanza”. El número real podría ser aún mayor si tenemos en cuenta a los pasajeros que indican que se van por estudios y luego no regresan. También hubo el 18% de los viajeros que indicó que viajaba por “motivos laborales” y es posible que algunos estén en pleno proceso de emigración. Además, no son pocos los que dicen que viajan por turismo, pero en realidad planean instalarse en Europa o los Estados Unidos con visa de turista.
Estados Unidos
La migración a Estados Unidos está entre las más demandadas, principalmente a Miami, Florida, donde hay una comunidad muy diversa de latinos, aunque el idioma oficial sea el inglés. “EEUU es un buen país para trabajar siempre que estés en regla. Si estás de forma ilegal no la pasás bien. Igualmente, con cualquier trabajo te alcanza para vivir dignamente”, cuenta Mariano, de 29 años. El es uno de los tantos tucumanos que se dedicó por un tiempo a la cosecha de marihuana, un trabajo duro, muchas veces clandestino, que tienta a miles de argentinos. “No lo recomiendo para nada”, asegura el joven. Ahora está trabajando como repartidor de comidas a domicilio, mientras prepara un emprendimiento turístico con el que sueña conseguir quedarse de forma legal en Estados Unidos. Existen dos opciones para aplicar: contar con visa de visitante para trabajadores temporales, o bien estar en posesión de una green card, que consiste en una residencia permanente en EEUU. La mayoría de las oportunidades laborales allí son del área de tecnología (desarrollador de software), finanzas digitales, construcción, diseñador web, enfermería desarrollo de bienes raíces, hoteles y gastronomía.
En primera persona
La experiencia de Rodolfo: empezar de cero con toda la familia
Estados Unidos, Uruguay, Australia... son muchos los países a los cuales los argentinos quieren mudarse en busca de un futuro mejor. Cuando la decisión está tomada, no es fácil sentarse a ver dónde hay mejores oportunidades. Fue el caso de Rodolfo Medina, de 44 años, casado y con dos hijos adolescentes. “Siempre tuve ganas de ir a vivir a otro país. Por una cosa u otra nunca tuve la oportunidad. Mi esposa también tenía dudas y a fines de 2018 nos decidimos. Las idas y vueltas del país, la inseguridad, la educación, la manera de vivir y los políticos que manejan la Argentina son algunos de los por qué de nuestra decisión”, argumenta.
“Los primeros pasos fueron empezar a buscar países que sean de nuestro gusto y donde nuestros hijos puedan desarrollarse también. Australia fue nuestra primera elección y si todo este tema del Covid no llegaba hoy por hoy ya estaríamos viviendo ahí. Luego ese país cerró sus fronteras como muchos otros y decidimos buscar otro. Averiguamos colegios para los chicos, qué posibilidad laboral existe, cuánto es el costo de vida y cual es el sueldo promedio de un trabajo”, detalla Rodolfo, que ahora está en Italia tramitando la ciudadanía. Aunque todavía no está seguro de quedarse a vivir ahí. Le seduce más la posibilidad de irse a Malta o a España.
“En mi caso en particular, si todo sale como está previsto, voy a tener ciudadanía Italiana y eso me va a permitir conseguir un trabajo mejor pago y de mejor calidad que si fuera sin papeles. Yo no tengo problemas de trabajar en lo que sea hasta llegar a conseguir algo que me guste. Lo interesante de trabajar tanto en Europa como en Estados Unidos es que trabajes de lo que trabajes, te alcanza para vivir bien y no tenés que renegar con el aumento de precios de un día para el otro. El dinero que ganas en ambos lugares, vale. Nuestra idea es quedarnos y no volver a Argentina; lo digo con mucho dolor porque en mi país quedan mis padres, hermanos, sobrinos y amigos, pero para nosotros la situación ya no da para más”, confiesa.
Rodolfo, que estudió licenciatura en Comunicación Social y se dedicó a distintos rubros como comerciante, antes de irse a Italia estuvo tres meses trabajando en EEUU. “Hay bastantes oportunidades laborales. Si tenés visa de trabajo podes hacer lo que sea y conseguís muy buenos empleos y muy bien remunerados. Ahora si no tenés papeles, se consigue trabajo pero no calificados en donde se gana bien para vivir muy bien. En California, por ejemplo, se consigue trabajo sin papeles pero son los que los norteamericanos no quieren hacer, como empaques, de papa, de choclos, de manzana, de cerezas, de nuez y demás. Son muy sacrificados y de mucha carga horaria”, describió.