La mayoría de los estudiantes tucumanos se encuentra de vacaciones ya. Y hasta que comiencen los viajes, para los afortunados que salen, la provincia ofrece varias alternativas de escapadas cortas. A continuación, siete opciones:
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Talapazo es un pequeño poblado ubicado a siete kilómetros al oeste de la ruta nacional 40, dentro del recorrido de valles Calchaquíes. Su entrada se encuentra sobre dicha carretera, a 26 kilómetros de Amaicha del Valle y a seis kilómetros al sur de Colalao del Valle, aproximadamente. En esta comunidad viven alrededor de 24 familias que se dedican al cultivo de papa, zapallo, algarrobo y un sinfín de hierbas curativas que naturalmente crecen en la zona. Recientemente, comenzó la actividad relacionada con el turismo rural comunitario. La idea es que el visitante sea parte de la cotidianidad del poblado, como sacar leche de las cabras u observar la cría de animales. Es fundamental comunicarse antes para realizar reservas, porque la capacidad de alojamiento es limitada. Además, hay un quincho donde se prepara comida típica, pero también se debe dar aviso para que tengan preparado el almuerzo, ya que la llegada de visitantes no es tan fluida.
2
San Pedro de Colalao es uno de los destinos más elegidos por los tucumanos. Enmarcada por los ríos Tipas y Tacanas, la villa cuenta con innumerables atractivos para esperar al turista. Una de esas opciones es el sitio arqueológico Piedra Pintada, a unos nueve kilómetros de la zona urbana. La gruta de la Virgen de Lourdes, en la entrada al pueblo, constituye otro punto. Para los más chicos, quizás el divertimento principal sea un paseo por la reserva fitozoológica Carlos Pellegrini, que cuenta con quinchos y asadores.
3
El centro interpretativo de la Ciudad Sagrada de los Quilmes es uno de los puntos turísticos más atractivos de la provincia, al punto que la Feria Internacional de Turismo lo destacó, un par de años atrás, como uno de los mejores destinos de la Argentina. Y en estas vacaciones, las comunidades vallistas abrirán las puertas a sus tradiciones y costumbres más ancestrales, como siempre.
4
Escaparse a pasar el día en San Javier es suficiente para romper con la rutina y descansar. Además de la clásica visita al Cristo Bendicente y de recorrer los puestos de artesanos, se puede caminar por la cascada del río Noque. Otra alternativa es quedarse en el camping de la ciudad Universitaria, donde se encuentra el lago, que cuenta con patos y peces.
5
El Dique El Cadillal se erige como un infaltable. Desde el Ente Tucumán Turismo recomiendan transitar los circuitos habilitados. Además de un picnic, también se puede optar por almorzar en algunos de los locales gastronómicos. Para los amantes del agua, es el lugar óptimo para realizar deportes acuáticos, como pasear en lancha o en catamarán o remar en kayac.
6
Las bodegas tucumanas están en pleno desarrollo. Antes, los turistas tenían que llegar hasta Cafayate para encontrar las mejores bodegas. Ahora, en cambio, el vino tucumano completa la ruta de los Valles Calchaquíes. Sus cerca de veinte bodegas brindan una actividad turística admirable. Además de la ruta del vino, también se puede realizar la ruta del artesano, que arranca en las proximidades de Tafí del Valle.
7
Aunque menos visitado que otros lugares de la provincia, el Portal Campo de los Alisos, dentro del Parque Nacional Aconquija, es un sitio ideal para desconectarse de la rutina en las vacaciones. Allí, el visitante puede detenerse a escuchar los sonidos de la naturaleza y admirar la diversidad de la flora y fauna de la provincia.