La historia de nuestras montañas

La historia de nuestras montañas

Hoy se celebra el Día Internacional de las Montañas. En Tucumán estamos casi rodeados por ellas. Te contamos un poco de su surgimiento y sus características.

La historia de nuestras montañas

Los tucumanos somos muy afortunados. La naturaleza nos ha bendecido con una vista privilegiada; para donde sea que miramos, hay montañas. Grandes, imponentes, increíbles, y nuestras. Aunque es muy común para nosotros y forman -literalmente- parte de nuestro paisaje, el Jardín de la República posee estas maravillas “de fondo”, que muchas veces no valoramos, ni conocemos.

Desde hace algunos años la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora cada 11 de diciembre el Día Internacional de las Montañas con el objetivo de promover el desarrollo sostenido de estos lugares, que albergan el 15% de la población mundial y aproximadamente la mitad de la reserva de la biodiversidad biológica del mundo. Y, como si fuera poco, de ellas sale el agua dulce para más de la mitad de la población del mundo. De ahí que sea tan importante su conservación.

Te invitamos hoy a sumergirte en un viaje hacia nuestras montañas. ¿Te animás a conocer su historia?

Empecemos por las rocas

“Hablar de montañas, para un geólogo, es tener la oportunidad de contar una historia fascinante, un relato complejo pues involucra múltiples procesos que nos recuerdan que nuestro planeta está vivo. La historia de formación de nuestras montañas es una crónica atrapante que incluye el enfrentamiento de fuerzas antagónicas que quedan registrados en sus perfiles; es una historia que nos habla de misterios, de generosidad y de esperanza”, asegura José Pablo López, doctor en geología y profesor titular de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT.

Para introducirnos en el tema, el geólogo diferencia tres tipos de rocas que constituyen nuestro planeta: 1) las rocas ígneas, que se forman por enfriamiento de magma; 2) las rocas sedimentarias, que surgen del transporte de sedimentos hacia una cuenca donde se acumulan y 3) las rocas metamórficas, que se producen al transformarse cualquier roca precedente.

“Ahora que ya sabemos de qué materiales está constituido nuestro planeta, podemos avanzar un poco más -sigue-; hay dos fuerzas antagónicas, creadoras: los procesos de geodinámica interna y externa”. Los internos son los que producen los volcanes y terremotos -explica-. “Los externos son fuerzas destructoras, y su ejército está constituido por el agua, el viento, el hielo y la gravedad, que actuando sobre los relieves creados, los desgasta durante millones de años -comenta-; así, con estas dos fuerzas actuando sobre las rocas, conforman cada uno de los maravillosos paisajes que apreciamos cada vez que nos alejamos de las ciudades y nos perdemos en la majestuosidad de la naturaleza: montañas, playas, llanuras...”

Así es como nacen

López cuenta que la historia geológica de la región data de más de 500 millones de años. “En aquellas épocas, esta región no era montañosa, sino que había un mar poco profundo, que llamamos Mar Puncoviscano, que recibía sedimentos provenientes de áreas elevadas que se encontraban principalmente hacia el norte y el noreste”, indica. Esos sedimentos se transformaron en rocas. “Hace 450 millones de años, aproximadamente, ya tenemos constituidos los núcleos de nuestras montañas por rocas metamórficas”, advierte. Esas rocas metamórficas se unieron a rocas ígneas, que surgieron por líquidos magmáticos.

Este proceso constituyó lo que se conoce como “basamento cristalino igneo-metamórfico” -dice el geólogo-. “Si miramos con atención desde que comienza el ascenso a Tafí del Valle, ya en la localidad de El Indio observaremos este tipo de rocas”, subraya.

Luego de ese periodo, no se registraron grandes cambios en las rocas más que en su erosión y aplanamiento, hasta el Ciclo Ándico, hace 100 millones de años, en la que se formaron algunas cuencas.

“Simplificando el final de la historia, podemos decir que hubo una fuerte actividad volcánica en la Sierra del Aconquija entre los 11 y 7 millones de años, y la configuración actual del paisaje montañoso del oeste fue alcanzada entre hace 5 y 2 millones de años, debido a fuertes procesos tectónicos”, destaca el especialista.

“La historia geológica de la provincia de Tucumán es muy rica y muy antigua -dice a LA GACETA Guillermo Aceñolaza, director del Instituto Superior de Correlación Geológica (Insugeo)-; todas las rocas que forman los cerros tienen un origen esencialmente sedimentario, es decir, algún momento fueron lodos de un fondo de mar que se sendimentaron. A lo largo de casi 600 millones de años han pasado mucha historia: fueron quemadas y recristalizadas”.

Radiografía de Tucumán

“En resumen, todos los grupos montañosos de la provincia de Tucumán se encuentran en el sector norte y oeste, donde las alturas están principalmente hacia el oeste y se corresponden a lo que son las cumbres calchaquies y del Aconquija. La segunda es el punto más alto de la provincia”, explica a LA GACETA Guillermo Aceñolaza, director del Instituto Superior de Correlación Geológica (Insugeo).

“El territorio nacional está dividido en un montón de provincias geológicas, y eso está basado esencialmente en cuestiones como el tipo de roca, su ordenamiento estructural y sus edades -dice-; la pertenencia de los grupos montañosos de Tucumán se corresponden a lo que llamamos la provincia geológica de Sierras Pampeanas, para hacer referencia a todos los bloques montañosos del oeste de la provincia, mientras que el sector este (Burruyacú) tiene una pertenencia al sistema subandino”.

“Las rocas (hoy montañas) asociadas a fondos marinos, tienen un origen sedimentario -comenta Aceñolaza-; toda la configuración de las montañas tucumanas tiene que ver con un proceso por el cual la corteza del océano pacífico se está metiendo por debajo de sudamérica. Básicamente, este proceso de millones de años hace que se ‘arrugue’ toda la corteza continental, y eso hace que las montañas tucumanas se levanten”

Aceñolaza cuenta que los cerros tucumanos tienen la característica de ser el cierre de una importante cuenca geológica del sector central de Sudamérica. “Abajo de nuestra provincia ya empieza a haber rocas de otra naturaleza, mientras que hacia el norte continúan rocas mas o menos similares a las de Tucumán, hasta Perú; nosotros somos como la punta sur de una gran estructura”.

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