A poco más de dos meses de haber asumido como ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk busca renovar los esquemas y la dinámica en el proceso de enseñanza y adquisición de contenidos en las aulas argentinas.
El sucesor de Nicolás Trotta se mostró a favor de implementar en el país un modelo de "coeducación", en el que el aprendizaje se retroalimenta entre docentes y estudiantes, como reemplazo de un sistema que "se basa en responder preguntas que las alumnas y los alumnos no se hacen".
"Existe una idea educativa predominante donde las y los estudiantes no saben y uno tiene que transmitirles un conocimiento de origen cultural, pero las chicas y chicos saben un montón y nosotros deberíamos avanzar cada vez más en organizar nuestro sistema, a través de problemas y preguntas", remarcó Perczyk, tras participar de forma virtual en el Congreso TICMAS, realizado en la ciudad de México.
Y agregó: "Hoy, se basa en enseñarles respuestas a estudiantes que no se hicieron esa pregunta o resolver problemas que los chicos no tienen". Por ello, consideró que "ese es el desafío más importante que tiene hoy la educación".
En un comunicado del Ministerio de Educación, Perczyk puntualizó que la idea de "coeducación" viene a proponer una transformación del sistema educativo, teniendo en cuenta la experiencia que dejó la pandemia en relación con las clases a distancia, la virtualidad y la necesidad de conectividad universal.
El objetivo del simposio fue elaborar propuestas innovadoras que hagan foco en la inclusión, la equidad y la transformación educativa en América Latina de cara al contexto actual de crisis sanitaria por la pandemia de la covid-19.
A su vez, Perczyk remarcó la importancia de recuperar "una política universal educativa" que asegure las condiciones mínimas que un país democrático demanda, como ser, "garantizar la presencialidad plena, recuperar contenidos, aprendizajes y preparar a las y los jóvenes para el mundo del trabajo".
En base a esa idea, Perczyk puntualizó la urgencia de incrementar un "financiamiento universal de las políticas educativas", lo que implica una paridad en la asignación de recursos por un período prolongado a todas las escuelas argentinas.
De esta manera, siguiendo su idea, se puede asegurar condiciones de igualdad que les permitan a maestras, maestros y profesores enseñar en las mismas condiciones a chicas y chicos que se encuentran en situaciones de inequidad.
"Tenemos que construir una transformación de nuestro sistema educativo a partir de lo que es y de lo que queremos ser", finalizó.