Bush y Kerry miran de lejos a la Argentina

Bush y Kerry miran de lejos a la Argentina

El resultado de los comicios en EEUU tendrá un impacto en todo el mundo. Gane quien gane, la lucha contra el terrorismo será una prioridad. En el país se podrían sentir algunas diferencias.

17 Octubre 2004
George Bush o John Kerry, that is the question (esa es la cuestión). A 16 días de la elección presidencial en Estados Unidos en la Argentina comienza a crecer el interés sobre cómo podría impactar en nuestro país que uno u otro candidato gane los comicios.
Y también sobre qué pasará en el mundo si el republicano sigue en el poder o si el demócrata triunfa: ¿continuará la guerra en Irak, empezarán nuevos conflictos?; ¿EEUU abrirá su comercio a Latinoamérica o será más proteccionista?; ¿habrá apoyo a la Argentina ante el FMI? son sólo algunos de los interrogantes.
"Estas son las elecciones norteamericanas con mayor componente de política exterior desde 1968. Teniendo en cuenta que la prevención contra el terrorismo nuclear será el elemento determinante de la seguridad nacional en la próxima administración, las piezas clave de la política de seguridad de EEUU serán Irak, Irán y Corea del Norte. Y esto significa que, aunque Kerry entre en la Casa Blanca, la política exterior de EEUU seguirá siendo, en lo fundamental, la misma que la de los últimos cuatro años", reflexiona Soeren Kern, analista de política exterior de EEUU, para Nueva Mayoría, el centro de estudios que encabeza Rosendo Fraga.
En ese orden, tanto Kern como otros analistas -de EEUU y del extranjero- coinciden en que, ganen los republicanos o los demócratas, la guerra seguirá, como también la lucha contra el terrorismo. "Los gobiernos de ambos partidos de EEUU han dado siempre preferencia a los intereses de EEUU, y eso no cambiará, porque es una política inteligente", agrega Kern.
Si la predicción de los analistas se cumple, Latinoamérica no será una prioridad para EEUU, gane Bush o Kerry. La guerra preventiva (los ataques contra países que representan una amenaza para EEUU, sin que el peligro sea acompañado por hechos que lo confirmen) continuará siendo el eje de la política exterior estadounidense y, en ese sentido, ni la Argentina ni los países de América Latina representan peligro alguno para EEUU. Lejos estarán entonces los ojos del gobierno -sean azules, como los del hombre de Texas, o pardos, como los del senador por Massachusetts- de lo que pase por estas latitudes.

Políticas distintas
Durante la campaña que lo llevó a la presidencia en 2000, Bush había explicado que sus prioridades respecto de América Latina eran el comercio y la lucha contra el narcotráfico. Con esto, al menos, cumplió: intensificó su programa de asistencia económica y militar en Colombia, para luchar contra los narcos, e impulsó -y presionó- a los países del sur del continente para que firmen el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Respecto de la Argentina, si bien fue duro con Fernando de la Rúa, tras la crisis -con devaluación y default incluidos- de 2001, con su sucesor Eduardo Duhalde fue más benévolo. Bush dio apoyo para la administración argentina desde su gobierno y también ante el FMI, de la mano de un "duro" de su gabinete: el viceministro de Economía John Taylor. Con Néstor Kirchner ese apoyo continuó y sigue hasta el día de hoy. Hace tres días, el embajador de EEUU en la Argentina, Lino Gutiérrez, dijo que su país peleará para que la Argentina llegue a un buen acuerdo con el FMI.
Ahora, de triunfar Kerry, muchos analistas dudan de que este apoyo ante el Fondo continúe o, al menos, de que sea tan explícito. También mencionan que, históricamente, los demócratas fueron más proteccionistas y con una visión más dura con los derechos humanos. Pero esto podría significar menos impulso al libre comercio y más subsidio para productores y fabricantes de EEUU, lo que reduciría las exportaciones desde el sur hacia el norte.
Más allá de esto, los analistas consultados por LA GACETA afirman que no cambiará mucho en este lado del mundo, sea quien fuere el que triunfe en los comicios. "No hay que preocuparse demasiado por el resultado de estas elecciones porque, a diferencia de lo que piensa el resto del mundo, ese día todo puede cambiar para que todo siga igual", resumió, desde Washington, el economista tucumano Valeriano García.

JOHN FORBES KERRY

Tiene 61 años y nacióen Denver, Colorado.

En 1970 se casó con Teresa Heinzy se separó en 1982. En 1995 volvieron a contraer matrimonio. Tiene dos hijas: Vanessa y Alexandra.

En 1966 se graduó en Yale, de abogado.
Comenzó su carrera política comofiscal jefe en Middlesex County (Massachusetts)

En 1984 fue elegido senador de Massachussets. Fue reelegido 3 veces.Antes fue vicegobernador y fiscalgeneral de Massachusetts.

Se alistó en la Marinay participó durante cuatro mesesen la guerra de Vietnam.

PARTIDO POLITICO
Demócrata.

COMPAÑERO DE FORMULA
John Edwards

GEORGE WALKER BUSH

Tiene 58 años,nació en New Haven, Connectitut, y se crió en Texas.
Está casado con Laura Welch Bush y tiene dos hijas mellizas: Bárbara y Jenna.

En 1968 se graduó en Yale, de abogado. Hizo la maestría en administración de empresas de Harvard Business School.

En 1994 fue gobernadorde Texas y fue reelegido en 1998.En 2000 fue elegidopresidente de EEUU.

Fue piloto de guerra en la Guardia Nacional de Texas.

PARTIDO POLITICO
Republicano

COMPAÑERO DE FORMULA
Richard Cheney

PUNTO DE VISTA

La misma melodía
Adalberto Rodriguez Giavarini - Ex canciller Argentino.
El denominador común de la campaña entre Bush y Kerry denota que quien resulte electo será el encargado de ejecutar una política exterior que deberá darles más seguridad interna a los estadounidenses. En ese contexto los cimbronazos del terrorismo, que ya han sido experimentados en la región, desafían a los países latinoamericanos a ser nuevamente actores activos y reelaborar una agenda que impulse los intereses nacionales al sur del Río Grande, a la par que sea atractiva para la Casa Blanca.
Cooperación y realismo pueden ser sinónimos al alcance de los gobiernos de las Américas, si las democracias del hemisferio operan con inteligencia y vocación de futuro. Por ejemplo, seguridad y equidad comercial podrían operar como términos semejantes y consecuentes.Así la necesidad de EEUU de contar con una América Latina estabilizada políticamente, donde los grupos insurgentes vinculados al narcoterrorismo en la región andina y Centroamérica no establezcan lazos con posibles células dormidas de Al Qaeda en la región, debería ir de la mano de retomar un sólido y veraz compromiso del ALCA.
Para países como la Argentina un bien negociado Acuerdo de Libre Comercio de las Américas puede ser un ancla jurídica para atraer capitales productivos y dinamizar economías regionales, al mejorar de antemano las condiciones de gobernabilidad, y compartir reputación internacional que, indudablemente favorecerá la inversión directa. Este cuadro adquiere relevancia frente a la posibilidad cierta de un completo reingreso a la comunidad internacional, al salir del default. Kerry ha destacado la desatención de Bush a la región. Pero, queda claro que, más allá de quien gane, la agenda contra el terrorismo absorberá los primeros años de gestión.
Vale aclararlo. Hoy EEUU es una nación en guerra; quien esté a cargo de la Oficina Oval se dedicará principalmente a la lucha contra el terrorismo. Por eso, si analizamos correctamente la situación de los Estados Unidos podremos acordar para que registren las necesidades de América Latina. Así, de extenderse los lineamientos de la campaña, un eventual gobierno de Kerry o la continuidad de Bush, variarán la partitura pero ejecutarán la misma melodía. Por eso, armonizar las necesidades del norte y del sur mejorará la calidad de vida de los pueblos del hemisferio.

Igual, pero con matices
Sergio Berensztein - Historiador - Polítologo - Analista.
EEUU es la potencia hegemónica a nivel internacional. En este sentido, el poderío militar estadounidense tiene una magnitud nunca vista en la historia del mundo. También tiene un gran poder exportador y económico; el dólar, su moneda, es la que concentra el ahorro de todo el mundo. Todo esto muestra que lo que ocurra en EEUU tiene impacto en todo el planeta, directa o indirectamente.
El problema central de EEUU hoy, como en todo el mundo, es el de la seguridad, fundamentalmente la nueva amenaza terrorista. Por ese motivo ha cambiado la mirada sobre otros conflictos, porque ahora los observa con el prisma de la amenaza terrorista. Por eso la guerra contra Irak y la hostilidad con Corea del Norte, que tiene armas nucleares en su poder. Estos problemas, independientemente de quién gane las elecciones, seguirán significando la prioridad en la política exterior de EEUU.


Mirando al sur
Respecto del impacto que tendrán los comicios estadounidenses en la Argentina, con el gobierno de George Bush, EEUU apoyó al país en todo momento en la reestructuración de la deuda con los acreedores. Esto creo que va a continuar. Ahora hay que ver si EEUU tendrá un papel hegemónico también en lo social sobre Latinoamérica. La gente que rodea al senador John Kerry tiene una concepción distinta del territorio latinoamericano. Tiene dos o tres asesores cercanos que conocen muy bien los problemas de la región y su partido es más sensible a los problemas de la democracia y a la falta de capacidad estatal. Es decir que, si gana Kerry, es más probable que haya una relación o un interés que vaya más allá de los problemas tradicionales.
Si gana Bush, seguramente veremos más de lo mismo: su preocupación por la renegociación de la deuda, por la salida de la crisis, pero no mucho más que eso.
En cualquier caso, en las cuestiones geopolíticas y estratégicas, gane quien gane, EEUU va a continuar la misma política exterior y, en ese orden, con o sin el aval de las Naciones Unidas, atacarán aquel territorio que ponga en peligro su seguridad nacional.

Sin grandes cambios
Valeriano García - Economista argentino radicado en EEUU, Washington, DC
Cualquiera que sea el ganador de las elecciones de EEUU no hará una gran diferencia para la vida diaria dentro de este país. Ello se debe a dos razones. Primero, porque el poder más importante dentro de EEUU no es el Poder Ejecutivo sino el Judicial. Segundo, porque, a pesar de las diferencias ideológicas, en la práctica las políticas de los dos partidos no han sido muy distintas. Más aun, desde el punto de vista económico, históricamente se ha dado lo opuesto a lo esperado: los "conservadores" del partido Republicano han aumentado más el gasto público y el déficit fiscal que los "socialistas" del partido demócrata. En la Argentina, aun dentro de un mismo partido la historia cambia, dependiendo de quién es el candidato que gana. Así, el futuro para nuestro país sería bastante diferente con Menem de presidente, aun cuando él y Kirchner pertenezcan al mismo partido. En EEUU no es así porque las instituciones son más poderosas que los hombres.
Lo que digo para dentro de EEUU vale para el impacto que las elecciones tendrán en la Argentina. Seguramente la mayoría de los argentinos prefiere que ganen los demócratas. Sin embargo, Bush apoyó fuerte a la Argentina durante su crisis y también en el FMI. Fue John Taylor (el vice ministro de economía) el que lideró ese apoyo, a pesar de las señales "progresistas" del gobierno actual. Si gana Kerry, es posible que ese apoyo se revierta.

Posturas opuestas
La diferencia más grande para América Latina, en caso de ganar Kerry, podría ser un menor énfasis que este podría poner a las alianzas de libre comercio que en este momento se están negociando con muchos países de la región, con excepción de los del Mercosur. Sin embargo, no hay que olvidar que fue el demócrata Clinton el que logró con gran empuje la vigencia del Nafta, el tratado de libre comercio que une Canadá, México y EEUU.
En resumen, no hay que preocuparse demasiado por el resultado de estas elecciones norteamericanas porque, a diferencia de lo que piensa el resto del mundo, ese día todo puede cambiar para que todo siga igual.

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