La estrella de Los Ángeles Lakers LeBron James fue expulsado anoche por golpear al pivote de Detroit Pistons Isaiah Stewart. Esta maniobra provocó un escándalo dentro del campo de juego del Little Caesars Arena.
James lastimó a su adversario en la disputa de un rebote tras un lanzamiento libre Jerami Grant. Stewart quedó arrodillado y, luego de comprobar que tenía sangre en la cara, le recriminó a James, algo que desató un tumulto y la ira del agredido.
Enseguida, jugadores de ambos equipos los rodearon y se inició una ronda de empujones y forcejeos que elevaron la temperatura.
Stewart (20 años), de 2,03 metros de talla y 113 kg, buscó quedar cara a cara con el astro mientras se quitaba de encima a miembros del staff de Pistons y los agentes de seguridad incluidos.
Cuando la situación parecía controlada, con el pivote lastimado camino a los vestuarios para ser atendido por el corte, el caos volvió a escena.
Stewart zafó de sus custodios y encaró una alocada carrera por la cancha en busca de James, que era resguardado por todo el staff de los Lakers.
Enajenado, con su rostro bañado en sangre, el basquetbolista de los Pistons embistió a todos los que se interpusieron en el camino. Finalmente, contenido por hasta seis personas, fue llevado contra su voluntad hasta la zona de vestuarios, en la que se internó con otra carrera indomable.
Una vez fuera de la cancha, los árbitros revisaron la jugada y determinaron la expulsión de Stewart y James. El partido, ganado por los Lakers 121-116, tenía en ese momento (9:18 minutos para el final del tercer cuarto) una ventaja de 12 puntos en favor del local (78-66).
En sus 18 temporadas en la NBA, LeBron solo había sido expulsado en una ocasión, en 2017, cuando jugaba en Cleveland Cavaliers y protagonizó una encendida protesta contras los jueces en un partido frente a Miami Heat.