Los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim, a cargo de la investigación por el crimen de Lucas González, en Barracas, pidieron la detención de los tres efectivos de la Ciudad de Buenos Aires que participaron del operativo en el que el adolescente de 17 años fue asesinado el último miércoles.
Los uniformados que están bajo la mira de la Justicia penal son el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nieva, con prestación en la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
Los efectivos quedaron imputados por el delito de homicidio agravado, debido a que los representes del Ministerio Público Fiscal (MPF) consideran que fue perpetrado por miembros de las fuerzas policiales, en uso abusivo de sus funciones.
En un eventual juicio oral, los acusados pueden llegar a recibir una pena de prisión perpetua por el crimen que conmociona a Buenos Aires, debido a que se lo señaló como un ejemplo claro de "gatillo fácil".
La pesquisa fue delegada este viernes por la tarde a los representantes del MPF, por decisión del juez Martín del Viso. Gómez Barbella decretó un estricto secreto de sumario y se entrevistó con la madre de la víctima para ponerla al tanto sobre el curso de la investigación.
Además, en la Fiscalía se rechazó las eximiciones de prisión que habían solicitado los tres policías involucrados a través de su abogado, Alfredo Oliván. Para ello, los representantes del Ministerio Público consideraron que los imputados "tergiversaron los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal, circunstancia que daría cuenta no solo de su voluntad de sustraerse del proceso penal que se le sigue, sino también entorpecer la investigación".
También, entendieron que, estando en libertad, los policías pueden "amedrentar y hostigar a testigos y familiares, mas aún conociendo los pormenores de un proceso penal por la función propia".
Las ordenes de arresto aún no fueron firmadas por el juez Del Viso en la mañana de este sábado. La división Homicidios de la Policía Federal espera la orden para detener a los sospechosos. Lo que sí fue ordenado es la pericia balística a las armas incautadas a los policías, a las vainas servidas recogidas en la escena y a los cuatro impactos de bala camioneta en la que viajaba la víctima.
Lucas González tenía 17 años, y jugaba en las Divisiones Juveniles de Barracas Central. El adolescente y tres amigos se movían en una Volkswagen Suran. Al detenerse en un kiosco de Barracas, fueron interceptados por agentes de la brigada de la Comisaría Vecinal 4C.
La Policía dijo que los jóvenes se negaron a ser identificados, atropellaron con el vehículo a dos agentes y, tras una persecución a los tiros, el futbolista fue hallado herido de dos tiros en la cabeza en el asiento del acompañante.
Dos de los amigos de Lucas fueron detenidos y un tercero escapó, aunque más tarde se presentó en sede policial con su madre y quedó detenido.
"Es un caso de 'gatillo fácil' porque no pueden sacar un arma y dispararles a unos pibes. Tiraron a matármelo. Esa gente (por los policías) no está capacitada para andar con un arma", dijo la mamá de Lucas, al denunciar el homicidio.