En la previa a la primera “final” Pablo De Muner considera que no tiene mucho que tocar en lo futbolístico y es lógico. Desde su llegada, San Martín fue creciendo como equipo. Consolidó una idea, fortificó su impronta, obtuvo solidez defensiva, dinámica en el medio y contundencia arriba para sumar los puntos que le permitieron llegar a la última fecha con posibilidades concretas de ser el mejor equipo de su zona.
Hoy, con la idea clara y precisa se debe apuntar a otros detalles que pueden llevar a inclinar la balanza para uno u otro lado. Las finales se definen por detalles de los detalles. Son duelos casi de ajedrez, recontra estudiados y en los que cada paso se piensa más de la cuenta.
El “Santo” sabe a lo que juega. Puede hacerlo bien o mal pero no se sale casi nunca de su libreto. Lo demostró, incluso, en los peores momentos o cuando el tiempo parecía extinguírsele en determinados duelos y no por eso iba a rifar la pelota. “No hay mucho para modificar”, le explica el entrenador, entendiendo que el duelo contra el “Matador” será una prueba durísima, pero que por detrás tiene una recompensa muy esperada.
Tigre es el equipo con mayor presupuesto de la categoría; el que se armó para volver a jugar rápido en Primera, el que tiene un plantel plagado de jerarquía, el que más goles convirtió, el que tiene en sus filas al máximo artillero de la categoría y el que en las últimas fechas puso la chapa sobre la mesa. “Es un gran equipo. Tiene muchísima jerarquía, pero debemos tratar de ser mejor como equipo”, pide “Tomate”, explicando que para poder salir airoso del juego del lunes es necesario estar por sobre la media. “Para este juego lo que tenemos que tratar de hacer es estar por encima de nuestro nivel. Siempre decimos que debemos estar al 100%; bueno, ahora, tenemos que estar por sobre ese 100%. Hay que dar un salto de calidad tanto de manera colectiva como individual”.
Por el estilo de juego que tienen ambos equipos, es probable que se dé un partido abierto, palo y palo, en el que el esté más fino logrará llevarse el triunfo y el boleto para disputar el duelo decisivo por el primer boleto para jugar la Liga Profesional.
En La Ciudadela saben que en esta ocasión el equipo tendrá que estar 10 puntos desde lo mental y deberá adaptarse a los diferentes escenarios que pueden surgir a lo largo del juego. En ese tipo de detalles ahonda el cuerpo técnico por estas horas.
La idea es ensayar las diferentes variables. Qué es lo que debe hacer San Martín en caso de abrir rápido el juego, cómo debe moverse si no logra quebrar la defensa “matadora” y el final del duelo comienza a aproximarse raudamente. Pero también cómo deberá sobreponerse ante una hipotética situación en la que deba correr desde atrás en el marcador.
En ese sentido, De Muner y sus pupilos vienen teniendo muchas charlas durante los últimos días. El DT apunta a que haya máxima concentración cuando su equipo no tenga la pelota y mucha fluidez para poder atacar y generar situaciones de riesgo. “Tenemos que ganar para llegar a la final por el ascenso. Es lo que soñamos”, advierte el entrenador, conforme por cómo los ve a sus dirigidos.
En este tipo de situaciones, todo suma. Si bien el equipo sabe cómo moverse en un partido; ahora el foco está en resolver las situaciones que pueden presentársele. San Martín va en busca del sueño y en Bolívar y Pellegrini lo que menos quieren es que algún detalle pueda quedar librado a la su suerte.
Todo muy ordenado
La venta de entradas sigue a buen ritmo. Ayer fue el turno de los socios con mínima antigüedad. Mucha gente pasó por el hipódromo, pero fue todo en orden. El lunes venderán para los no socios.
Cada vez son más
En los últimos cuatro días, San Martín sumó 3.000 nuevos socios; y desde la asunción de la nueva directiva, se agregaron 11.000. Hoy en día, la masa societaria con cuota al día, supera los 15.000.