La multifacética obra de Myriam Holgado, una artista tucumana que fue docente de la Facultad de Artes de la UNT y que luego del exilio al que la obligó la dictadura se radicó en Buenos Aires, donde falleció en 2014, es el centro de una retrospectiva donde también participan creadores contemporáneos.
Titulada “El sol es un techo altísimo”, la muestra se inaugurará hoy a las 20 en el Museo de la UNT (San Martín 1.545). Forma parte de la BienalSur (Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur) y resultó seleccionada en la convocatoria en 2020.
Holgado comenzó a producir a fines de la década de 1950 y en su obra predomina la pintura. La muestra hace un recorrido por todas las etapas de esta artista polifacética. A su vez, los creadores contemporáneos que participan presentarán instalaciones que se vinculan con su obra. Alejandra Mizrahi realizó la suya con materiales textiles, mientras que el ceramista Hernán Aguirre García presenta una performance que tiene una parte de instalación con metales, bronce y diseño de indumentaria. También se proyecta un video del grupo Tenor Graso, un colectivo artístico muy popular en los 90, que hacía performances parodiando a los desfiles de moda. La rosarina Mariana Tellería, que representó al país en la última Bienal de Venecia, expone un objeto y una instalación con un árbol introducido en la sala. Habrá además una performance de un artista cordobés cuyo seudónimo, El Pelele, está tomado de una famosa obra de Francisco de Goya. Participa también el tucumano Juan Ojeda.
Paralelamente, se exhibe material de archivo que documenta la investigación sobre la trayectoria y la producción de Holgado.
“La muestra se distribuye en cinco salas, donde cada artista dialoga con cierto recorte de la obra de Myriam -explicó el curador Gaspar Núñez-. No son recortes temporales, sino que en una misma sala conviven obras de distintos momentos de su vida. También se ha intervenido la sala de Juan B. Terán, algo que a mí me interesaba porque ella ha sido docente universitaria y esa faceta es muy importante en su trayectoria”.
Ecos de un maestro
En algunas pinturas de Holgado se advierte una fuerte influencia de su maestro, Ezequiel Linares, pero Núñez aclaró que también “se nota un corrimiento muy evidente; n o es la imagen de una discípula que queda pegada a Linares, aunque se reconocen ecos de él”.
En su texto curatorial, Núñez menciona la falta de presencia de la figura de Holgado en la historiografía local. Cree que, en parte, se debe a que la historia no es justa con los artistas de Tucumán, en general. “No hay muchos libros sobre artistas tucumanos y es difícil dar con material sobre sus vidas. Que ni el mismo Linares tenga un libro de envergadura, da cuenta de eso -señaló-. En el caso de Holgado, cuando llega la dictadura se exilia en México (tras ser expulsada de su cargo en la UNT) y cuando vuelve la democracia regresa al país se queda sólo dos años en Tucumán, para después radicarse en Buenos Aires. Eso hizo que tuviera muchas discontinuidades en la escena artística”.
Núñez remarca que si bien es abordada desde la neofiguración y el realismo social, Holgado “transiciona e hibrida hacia lo ‘queer, lo pomposo y lo festivo’”.
Durante su investigación trabajó en conjunto con Francisco Fernández, crítico de arte que fue esposo de Myriam. Actualmente, en San Pedro de Jujuy, Fernández mantiene la obra y el archivo de la artista.
“Holgado se erige como una especie de mito marginal, clave para pensar la transición de esta escena hacia las poéticas contemporáneas de una forma no abrupta”, escribe Núñez.
La muestra, que permanecerá habilitada hasta abril de 2022, es la primera de esa magnitud que se realiza en la provincia después de la pandemia.
La BienalSur, nacida en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), se desarrolla de manera simultánea en más de 124 sedes, 23 países y 50 ciudades del mundo con la intervención de alrededor de 400 artistas.