Historias detrás de la Historia: Cuando Pablo Amín creyó que estaba en un circo
Pablo “El Loco” Amín sabía perfectamente que el juicio en su contra por el femicidio de su pareja María Marta Arias era la última oportunidad que tenía para desplegar su estrategia defensiva. Debía entonces mostrarse como un hombre desequilibrado, incontrolable y violento para tener una doble chance. La primera, que se lo declare inimputable para evitar recibir una dura condena. La segunda: si no podía cumplir con ese objetivo, al menos tener la posibilidad de cumplir la pena en un lugar que no sea la Unidad de Máxima Seguridad del penal de Villa Urquiza, el lugar donde pasó la mayor parte de su tiempo desde que fue detenido. Pero la jugada no le resultó.
“La verdad es que no tengo un buen recuerdo de ese juicio. Fue muy fuerte lo que pasó. Las amenazas y el mal comportamiento del acusado lo hicieron especial”, explicó el fiscal de Cámara Daniel Marranzino, quien, junto a su par Marta Jerez, llevó adelante la parte acusadora del caso. “Él pretendió montar todo un circo para que creyeran que estaba loco. Pero le salió muy mal, terminó hundiéndose aún más porque nadie le creyó”, agregó Mario Leiva Haro, el abogado de la familia Arias, que asumió la querella.
Amín se presentó en Tribunales vestido realmente como un desequilibrado. En la mayoría de las audiencias se presentaba con un traje chico que lo usaba arremangado o dentro del pantalón. En los debates tomaba agua sin parar -lo mismo hizo horas antes de que cometiera el crimen-, escupía el suelo, se movía permanentemente de un lado a otro y hasta en una audiencia habría llegado alcoholizado. Por esa razón, pasó gran parte del debate en una sala contigua para evitar que siguiera protagonizando escándalos.
El primer golpe
Un juicio suele dividirse en diferentes etapas. En una de ellas, el tribunal debe hacer pasar a la persona acusada para interrogarla sobre sus datos personales y, después, le preguntan si quiere realizar algún tipo de declaración. Los memoriosos de Tribunales aseguraron que nunca antes habían visto una situación tan disparatada como el interrogatorio que le realizó a Amín el juez Emilio Herrera Molina. Vale la pena recordarlo tal cual se produjo, sin cortes.
- Herrera Molina: ¿Qué edad tiene usted?
- Amín: Tengo 26 años, clase 1983, pero 69 reales de verdad.
- HM: ¿En qué trabaja?
- A: Empresario. Dueño del Bayern Munich y de Herbalife.
- HM: No le entiendo… Hable despacio, tranquilo. ¿En qué trabaja?
- A: Vivo de esto… (Después empezó a balbucear palabras inentendibles).
- HM: ¿Usted fue al secundario?
- A: Sí.
- HM: ¿Fue a la universidad?
- A: Soy rector de la Capilla Sixtina. ¿A la universidad? A la facultad puede ser.
- HM: La facultad forma parte de la Universidad. ¿Usted fue?
- A: No.
- HM: Sin embargo, acá figura que concurrió hasta el segundo año…
- A: Soy decano de la facultad de Agricultura y Agrotecnia, yo la fundé.
- HM: Muy joven para ser decano. Hizo una carrera muy rápida…
- A: No, no… Ahora estoy en introducción a la agronomía. Aparte soy dueño del INCA, instituto nacional de capacitación aeroportuaria y aeronáutica; tengo un aeropuerto en Córdoba y un hotel, además de una sucursal de Etchart Privado en San Juan.
- HM: ¿Dónde nació?
- A: En Washington.
- HM: ¿Washington, Catamarca, o Washington de Estados Unidos?
- A: De Norteamérica, de Sudamérica y de Groenlandia también…
- HM: ¿Quiénes son sus padres?
- A: Michael Owen Johnson y mi mamá, María del Carmen Escarlata Lara Jolie Costner Schwarzenegger de Michael Owen Johnson.
- HM ¿Tiene alguna otra causa?
- A: Sí, la del 27 de febrero de 2007.
- HM: ¿Por qué?
- A: Porque atajé un penal ahí en el anexo.
- HM: Pero aparte de esta causa…
- A: Sí, un penal de 11 pasos.
- HM: Es curioso, la última vez que hablamos con usted nos entendíamos perfectamente…
- A: No vine a visitarlo yo…
- HM: Usted vino y después fui yo a verlo… Y hablábamos perfectamente y ahora me parece que no nos entendemos…
- A: ¿Usted o yo? A veces los amigos no se entienden bien…
- HM: No sabía que era amigo suyo…
-A: (volvió a balbucear).
- HM: ¿Usted quiere declarar?
- A: Cierro los labios.
Después de escuchar esa respuesta, el magistrado le pide a Amín que regrese a su lugar. Sin embargo, el defensor Roberto Flores le pide al tribunal que le consulten si había entendido la acusación que se había leído en su contra.
- HM: ¿Usted entendió la acusación que se le leyó?
- A: Esposas recién entendí (mientras le pidió al guardia que se las coloquen).
- HM: ¿Usted conoció a María Marta Arias?
- A: No.
- HM: ¿Y a Pablo Amín?
- A: No.
- HM: ¿Y usted cómo se llama?
- A: Teniente coronel Mohamad Kadafi Sahara Lalifa Amin Botruis Kairut Juan Manuel Omar Víctor Hugo Zelaya Alex Day.
- HM: En definitiva… ¿Usted entendió de qué se lo acusa?
- A: Un vaso de water.
- HM: ¿Sabe usted por qué está acá?
- A: No sé, usted me dijo que necesitaba una custodia especial.
- HM: ¿Sabe a qué lo trajeron a Tribunales?
- A: Vine a poner la punta del Standar Bank… (Inmediatamente después comenzó a hablar en inglés).
- HM: No hable en inglés, no le entiendo…
- A: (continuó hablando en inglés).
- HM: Por favor vuelva a su lugar…
- A: Excuse me (y luego se dirigió a la par de sus abogados).
HM: ¡Vio que entiende de lo que se está hablando!
Diferentes caras
Durante la audiencia, Amín mostró varias caras. Caminaba por los pasillos silbando o posaba para los fotógrafos y camarógrafos. Pero a lo largo de las audiencias mostró su faceta de violento. Amenazó a varias de las personas que estuvieron en la sala. “A vos te mato hoy”, dijo “El Loco”, segundos después de haber entrado al recinto y señalando a Ricardo Arias, el hermano de la víctima. “Siempre sabíamos que iba a tener un comportamiento de esas características. Está fingiendo permanentemente”, explicó el joven en un cuarto intermedio.
El abogado querellante, Mario Leiva Haro, también sufrió un arranque de Amín, quien, con gestos, le dijo primero que lo ahorcaría y luego que le cortaría el cuello. Pero el incidente más grave lo protagonizó con un funcionario judicial. “Ojito conmigo”, le dijo el secretario del tribunal, Luis Lezana Flores, cuando el imputado lo escupió. Lejos de intimidarse, el acusado contestó con dureza: “¿Ojito? Te los voy a sacar yo”. Por esa frase, los jueces pidieron que se le hiciera un dosaje. Y sus sospechas se confirmaron cuando el análisis de sangre reveló que estaba alcoholizado. Dónde, cómo y qué tomó sigue siendo un misterio. La ocurrencia le costó una denuncia por amenazas.
A lo largo de las 10 jornadas del juicio Amín agredió a varias personas. En una de las primeras jornadas, cuando era trasladado a la sala por las escaleras, se dio vuelta y le aplicó una patada en el rostro al comisario David Leiva, la cual de milagro no lo hizo rodar por los escalones.
También escupió e insultó al psiquiatra Ítalo Corrado, que era el especialista que había contratado como perito de parte. Además, le aplicó una ruidosa cachetada a su defensor, Roberto Flores, en plena audiencia. Además, se hizo el pícaro. En una oportunidad se levantó del asiento que ocupaba y señaló al público. “Señores jueces, el imputado está realizando gestos amenazantes”, denunció de un grito el secretario Lezana Flores. “Solo quiero sacarme una foto con los muchachos”, le respondió el santiagueño.
“El Loco” también tuvo un momento de arrepentimiento durante el debate. El querellante Leiva Haro reconoció que por el temor que tenía a sufrir un ataque buscó protección. Se ofreció a realizar esta tarea un miembro del clan Acevedo, que era uno de sus defendidos. Pero el integrante de “La Inimitable” lo hizo para saldar una deuda. Cuando fue detenido el 28 de octubre, Amín había dicho dos frases: “Estoy bajo estado de emoción violenta. Y los de Atlético son todos putos”.
“El muchacho se presentó con una remera que en el frente tenía la leyenda ‘Soy decano’. Cuando se dio cuenta de que Amín lo miraba, se puso de pie y le mostró la frase. En ese mismo momento, asustado, el acusado se paró y a los gritos dijo: ‘le pido disculpas a los hinchas de Atlético porque no son putos’”, recordó.
Al descubierto
Una de las dudas que se generó en el debate era saber si Amín era realmente una persona que tenía problemas mentales o si había montado todo un circo como estrategia defensiva. La fiscala Jerez le preguntó a cada uno de los profesionales de la salud mental que declararon en el juicio sobre la conducta del acusado. Las respuestas que recibió fueron contundentes.
La médica Yolanda Gordillo, que estuvo en la junta médica que confirmó que Amín era imputable, resumió: “me parece extraña su conducta porque entendía todo lo que se le indicaba. Es raro que ahora se comporte así porque esa conducta tampoco se ajusta a un perfil patológico”. Y respecto de si la actitud actual del imputado sería una actuación, dijo: “podría ser”.
Núñez Campero dio varios detalles sobre la personalidad de Amín. Según declaró, el santiagueño le contó de varios episodios violentos que había protagonizado a lo largo de su vida. Además, dijo que tiene una inteligencia “media-alta” y que existe la posibilidad de que esté simulando una enfermedad mental para que los jueces determinen su inimputabilidad.
Carina Cejas, la psiquiatra que más lo entrevistó, cerró todas las discusiones: “Hay una reiteración de actos de simulación y de histrionismo que, al parecer, tienen por fin un beneficio secundario. Todo indica que lo hace para eludir sus responsabilidades”. Ya estaba todo dicho. Amín quedaba muy cerca de ser condenado.