La excursión de la delegación “santa” hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue casi un viaje de terror. Hubo mil y una complicaciones y el grupo terminó arribando a destino ayer en plena madrugada, luego de un aterrizaje casi de emergencia, casi ocho horas después de lo que tenía programado.
En un primer momento, el vuelo estaba previsto que despegara desde el aeropuerto “Benjamín Matienzo” a las 18.50 del jueves. Sin embargo, el martes en La Ciudadela recibieron un mail con la noticia de que el inicio del viaje iba a postergarse para las 23.40, por cuestiones relacionadas a la empresa aérea.
Las malas condiciones climáticas que hubo en nuestra provincia el jueves, impidió que el avión que venía desde Buenos Aires pudiera aterrizar en horario en Tucumán y debió ser desviado a Córdoba. “Recién llegó a las 1.40 del viernes y nosotros partimos hacia capital a las 2.40”, le contó a LG Deportiva Franco Ghiani, gerente del departamento fútbol “santo”.
Cuando la máquina estaba próxima a tocar suelo en el aeroparque “Jorge Newbery”, debió volver a tomar altura debido al fuerte viento que soplaba en Buenos Aires. Y luego de unas maniobras pudo aterrizar a las 4.30. “El avión se movía muchísimo. Parecía que no iba a poder encajar en la pista”, explicaron desde la delegación “santa”. Hubo festejos al por mayor cuando la aeronave se detuvo. Los futbolistas llegaron al hotel ubicado en la zona de retiro pasadas las 5.15.
Ayer los jugadores durmieron casi hasta el mediodía y se entrenaron por la tarde en el predio de Argentinos. Hoy juega una final y en La Ciudadela esperan que lo peor de la excursión ya haya pasado.