El avance del covid en Europa es hoy más rápido de lo que lo fue en China en su peor momento. Hace un mes los europeos discutían sobre restringir el tránsito de personas procedentes del país asiático; ahora son los chinos los que les temen a ellos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado este viernes una reprimenda para que los países del viejo continente actúen con determinación, tras haberse convertido en el epicentro de la pandemia.
"La cepa delta tardó en llegar porque tuvimos un buen esquema de vacunación y disponibilidad de vacunas". Beatriz Gil, médica neumonóloga.
El organismo internacional ha estimado que Europa podría alcanzar el medio millón de muertes más para febrero de 2022. Pero, ¿por qué? ¿Qué está sucediendo allí? La respuesta por ahora suena unívoca: la poca aceptación de las vacunas ha contribuido al aumento de las infecciones. De hecho, un alto porcentaje de ciudadanos no vacunados tiene más de 60 años. Y son los que se están infectando. En este contexto de reproche, ¿cuál es la situación de América Latina, de los argentinos y de los tucumanos? ¿Acaso nos tocará ser epicentro otra vez? "Desde el inicio de la pandemia, Argentina vivió tiempos epidemiológicos diferentes a los de su pares europeos; en general, ellos tuvieron picos de casos y de muertes antes que nosotros. Fue así en la primera y en la segunda olas y con todas las variantes virales que se han ido presentando. Esto nos has permitido, en parte, anticiparnos", dice a LA GACETA Beatriz Gil, médica neumonóloga, coordinadora del Comité de Docencia e Investigación de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y una de las referentes del programa de rehabilitación poscovid de la provincia.
- ¿Qué está sucediendo del otro lado del océano? ¿Por qué la pandemia vuelve a golpear?
- Creería que Europa es epicentro por varios motivos. Sin dudas, hubo una relajación de las medidas de bioseguridad y eso contribuye a la propagación de las últimas cepas, que son más contagiosas. Por otro lado, se trata de naciones donde la vacunación se realizó hace más de 10 meses. Y aún no sabemos, a ciencia cierta, cuánto tiempo dura la protección que las vacunas nos brindan. Además se inmunizó primero a la población mayor de 65 años, que es justamente la vulnerable y la que actualmente está contrayendo la enfermedad. En tercer lugar, debemos considerar que no es bajo el número de personas que no acepta la vacunación. Por último, el tránsito entre las fronteras se reactivó y la equidad en la vacunación no existe ni en Europa ni en el mundo. Estos pueden ser algunos argumentos; es difícil realizar análisis con este virus que nos ha sorprendido y lo sigue haciendo.
- ¿Por qué delta no nos ha azotado como sí lo ha hecho en otras regiones?
- En estos momentos, la variante delta es la de mayor circulación entre nosotros. Pero podríamos decir que tardó en llegar porque tuvimos un buen esquema de vacunación y disponibilidad de vacunas. No obstante, últimamente ha bajado la solicitud de vacunas entre los jóvenes y muchos tucumanos no han accedido todavía a recibir sus segundas dosis. Debemos estar atentos; nos hemos relajado demasiado.
- Acaso nosotros, tercermundistas, ¿hemos hecho mejor los deberes?
- Algunos deberes los hicimos muy bien. Hubo en general una amplia aceptación de la campaña de vacunación. Y el sistema de salud, con muchas limitaciones, pudo dar respuestas.
- ¿Qué debemos plantearnos para salvar vidas de aquí en más?
- Lo primero que remarcaría es que la pandemia no ha terminado. Tenemos una fecha de inicio. Pero en estas crisis sanitarias, severas y crueles, no tenemos fecha de fin. Ante esa realidad, para no lamentar más contagios ni muertes, remarcaría tres valores puntuales y esenciales: responsabilidad, prudencia y solidaridad. Y los tres se aplican tanto a nivel individual como para aquellos que poseen poder para gobernar y para informar. Necesitamos responsabilidad para continuar cuidándonos y cuidando. Prudencia en el momento de reunirnos. Y solidaridad para con los profesionales de la salud, que están agotados, y para con los ancianos. En definitiva, es cuestión de tomar conciencia.
Actualmente, Europa lleva más más casos reportados y muertos que todo el resto del mundo junto, si exceptuamos a China. Así lo ha aseverado, esta mañana (hora local), el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. El funcionario mencionó a Japón y Singapur como ejemplo de que si se actúa de forma agresiva, se realizan pruebas, se trazan los contactos y se mantienen las medidas de cuidado, se puede convivir con el virus. En cambio Alemania se plantea volver a las restricciones ante la epidemia de no vacunados. Esa nación registra una cifra récord de contagios diarios mientras más de 16 millones de ciudadanos siguen sin inmunizarse.
La OMS dio un consejo a los países que su director resumió en cuatro pasos. Primero, estar preparados. "Todos los ciudadanos deben conocer los síntomas de la covid-19 (fiebre, tos y dificultad para respirar)". El segundo paso es detectar, proteger y tratar, prosiguió. El tercero es reducir la transmisión mediante aislamiento social. Y por último, habló de innovación y aprendizaje. Palabras con las que parece coincidir la doctora Gil, pues además de las medidas rigurosas de cuidado (lavado de manos, uso de barbijo y distancia social) agradece que contamos con "la gran posibilidad" de tener vacunas. "La vida sigue y debemos disfrutarla con salud", cierra la especialista tucumana.