Después de más de cuatro años sin registrar casos, Tucumán reporta una nueva muerte por hantavirus local, enfermedad transmitida por los ratones de campo (principalmente los “colilargos”).
Se trata de una mujer de 33 años que residía en la Capital y que falleció a fines de octubre. En un primer momento, se barajó la posibilidad de que la joven haya contraído dengue hemorrágico. Debido a esto, el Sistema Provincial de Salud (Siprosa) envió muestras al Instituto Maiztegui, en Pergamino, que se especializa en el diagnóstico de enfermedades virales.
Los resultados, que llegaron en las últimas horas, confirmaron que la paciente murió por Hantavirus, lo que encendió las alertas entre los profesionales del Siprosa.
Ocurre que ahora comienza otro desafío: identificar el tipo de virus Hanta para saber a qué roedor que lo transmite corresponde, y luego analizar dónde puede haberse producido el contagio.
Un dato es clave para esa tarea que llevará adelante la Dirección de Epidemiología de la Provincia: la joven era deportista y solía hacer trekking por senderos y caminos rurales de la provincia.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones de campo (principalmente los “colilargos”) lo transmiten a las personas, contagiando el virus en la saliva, las heces y la orina. Los roedores identificados como Muridae / Cricetidae han sido considerados los reservorios tradicionales de los Hantavirus.
En 2016, Tucumán había registrado dos muertes por hantavirus: una mujer y un hombre que frecuentaban zonas rurales del departamento de Burruyacú, al noreste de la provincia.