Por Daniel Salvador
05 Noviembre 2021
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El dólar “blue” tocó ayer un nuevo récord nominal histórico en la City porteña y en nuestra provincia, cuando llegó a cotizar en los $ 200, tras aumentar $ 1.
De esta manera, la brecha con el dólar mayorista llegó al 100%, desplazando así al récord anterior que fue el 20 de noviembre de 2020. Casi al final de la jornada, el dólar paralelo cedió para volver a los $ 199, cifra con la que había cerrado el miércoles y con la que abrió ayer la jornada.
Según los analistas, una brecha de esa magnitud entre los dos valores del tipo de cambio preanuncia una expectativa aún mayor de devaluación para los próximos meses y también anticipan un impacto en la actividad económica, que se traduciría a partir de nuevas presiones inflacionarias y distorsiones en el comercio exterior.
En octubre del año pasado la divisa ya había estado al borde de los $ 200, cuando el Gobierno necesitaba una fuerte inyección monetaria para financiar los planes de ayuda a personas y empresas por el primer impacto de la pandemia. Esto provocó en septiembre una corrida hacia la moneda de EEUU, que la llevó a un techo de $ 195 por unidad, un valor nominal al que regresó la semana pasada.
La tensión cambiaria se siente en el mercado informal a medida que se acercan las elecciones, algo que de todos modos no es una situación que sea anormal. Todo lo contrario, los argentinos tienen a “dolarizarse” en la previa de cada comicio.
Respecto de esta suba del dólar “blue”, la vocera de la Presidencia, Gabriela Cerruti, afirmó que se trata de una situación en la que “no aumenta el dólar, y aumenta el dólar blue”. “El del ‘blue’ es un mercado que se maneja con sus propias reglas y sus propias expectativas”, y atribuyó la suba a las “expectativas políticas”. Asimismo, estimó que no debería repercutir en el precio de los productos de consumo.
Incidencias
La preocupación de los analistas pasa por el impacto en la macroeconómica que pueda tener un nivel de brecha cambiaria elevado.
Guido Lorenzo, director ejecutivo de la consultora LCG, opinó que el riesgo es que se tome a los $ 200 como valor razonable y no se pueda bajar de ese nivel de expectativa de devaluación.
Según María Castiglioni Cotter, directora de C&T Asesores Económicos, afirmó que la brecha cambiaria es la medida “de la desconfianza”. “Una brecha mayor del 100% en el ‘blue’ agranda las distorsiones. La brecha es el tamaño de los desequilibrios en el mercado de divisas, básicamente la huida del peso en un contexto de cepo en donde el dólar oficial esta totalmente contenido”, dijo en Infobae.com.
En Tucumán
La moneda estadounidense llegó a cotizar hasta $ 203 en la capital tucumana, pero la mayor parte de la jornada osciló entre los $ 199 y $ 200.
Sobre este nuevo récord de cotización del dólar paralelo, el consultor tributario y económico, contador Víctor Hugo Bono, explicó que en esta crisis cambiaria convergen distintos componentes.
“Primero; en los últimos 12 meses la paridad creció menos que la inflación. Hablamos del índice de precios al consumidor, que no refleja la realidad”, remarcó. “También influye la tremenda expectativa que hay de un probable ajuste, cualquiera sea el resultado electoral”.
Según Bono, otro factor es la falta de acuerdo con el FMI por la deuda externa y el retraso de tarifas. “Quien hoy tiene unos pesos, porque el Gobierno se encargó de inundar la plaza, no lo derrama al consumo o bienes durables, sino al dólar”. “Creo que cuando lleguemos al viernes 12, el dólar estará muy arriba de los $ 200”, concluyó.
Por su parte, el contador Arquímides Carrizo, indicó que “la diferencia (brecha) entre el dólar libre y el oficial, que hoy es del 100%, es el resultado de las políticas macroeconómicas que generan un importante gasto público sin fondeo genuino, que termina financiando el Banco Central”.
Apuntó que la brecha cambiaria surge porque el Gobierno actualiza el valor oficial de la divisa a un ritmo menor que el de la inflación. “Y también porque hay desconfianza en la política económica vigente”, subrayó.
“Este contexto genera fuertes distorsiones en los precios relativos de la economía. Y concreta transferencias de ingresos injustas entre los distintos sectores. Los más perjudicados son los asalariados que tienen ingresos fijos, los que producen bienes exportables y aquellos que producen bienes que compiten con importaciones con dólares oficiales subsidiados”. “Si el Gobierno no ordena la distorsión, el ajuste lo hará el mercado, con un alto costo económico-social, como ocurrió en otras crisis pasadas”, estimó.
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