La Reina Isabel de Inglaterra advirtió en la cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que "el tiempo de las palabras ha pasado y ahora llegó el tiempo de la acción", e instó a los líderes mundiales a pensar en las generaciones futuras cuando negocien un acuerdo para limitar el calentamiento global.
En un mensaje de video durante el primer día de la conferencia en Escocia, la reina instó a los líderes a superar "la política del momento" y dijo que el legado de una cumbre exitosa ayudaría "a los hijos de nuestros hijos".
La reina, de 95 años, la más anciana y longeva monarca del mundo, iba a asistir en persona al evento en Glasgow, pero se excusó después de que los médicos le aconsejaron reposo.
"Es la esperanza de muchos que el legado de esta cumbre -escrito en los libros de historia aún por imprimir- os describa como los líderes que no dejaron pasar la oportunidad; y que respondieron a la llamada de esas futuras generaciones", expresó la reina.
"Los beneficios de estas acciones no podrán ser disfrutados por todos los que estamos hoy aquí: nosotros, ninguno de nosotros, viviremos eternamente. Pero no lo hacemos por nosotros, sino por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos", agregó.
Rindió homenaje a su difunto marido, el Príncipe Felipe, fallecido a principios de este año a los 99 años, y recordó cómo este había advertido en una reunión académica en 1969 de la necesidad de hacer frente a las amenazas de la contaminación.
"Si la situación de la contaminación en el mundo no es crítica en este momento, lo más seguro es que la situación se vuelva cada vez más intolerable dentro de muy poco tiempo", dijo.
La reina aseguró que "no podría estar más orgullosa" de que su trabajo haya sido continuado por sus dos herederos más cercanos, su hijo el príncipe Carlos y su nieto el príncipe Guillermo, que asisten a la cumbre. (Reuters)