Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la siembra de granos gruesa se generalizaría el mes que viene, con siembra ya realizadas en lotes que recibieron algo de humedad.
“Con ‘Niña’ por delante, y faltando en los suelos 80 mm a 100 mm, se busca estabilidad de rindes con siembras más tardías”, estipula el informe referido, principalmente, a la zona núcleo.
El documento añade que solo los productores de mucho hectareaje y contratistas hicieron punta, aventurándose a comenzar con la oleaginosa por cuestiones operativas en esa región.
“Las últimas precipitaciones hicieron posible largar con la siembra, pero muchos decidieron esperar. El comportamiento del clima hace que en esta campaña exista más cautela y menos apuro por sembrar ‘lo antes posible’. Las labores se generalizarían en noviembre. Con un año ‘Niña’ por delante y faltando más de 80 mm a 100 mm en la mayor parte de los suelos de la región -para lograr condiciones hídricas óptimas-, muchos productores están buscando estabilidad de rindes con fechas de siembra más tardías”, señala el informe, elaborado por técnicos de la BCR.
Con una siembra inicial de 4,48 millones de hectáreas, -350.000 menos que hace un año- se ha sembrado apenas un 3% tras las lluvias. Si bien puede haber ajustes negativos en el área, también aparecen comentarios negativos para las siembras de los maíces tardíos. En Cañada de Gómez, dicen que un 10% del área que iba a ser de maíz tardío pasará a soja, debido a las subas de los fertilizantes y a las medidas de comercialización del maíz viejo.
Tras las lluvias mejoró la condición de los maíces implantados. Y hubo importantes avances de siembra del maíz temprano en la región en esta semana: estaría quedando pendiente cerca de un 10% de los lotes intencionados que pasarían a tardíos. De esta manera, entre la siembra de los tardíos y los “de segunda” se superarían las 200.000 hectáreas con maíces de siembras en diciembre en el ciclo 2021/22.
Pero puede haber cambios: algunos lotes podrían pasar a soja. El cereal tardío continuará en los planes de aquellos productores que anticiparon las compras de fertilizantes. Los ingenieros de General Pinto son muy claros al explicarlo: “los aumentos de precios en urea y demás insumos están golpeando a los productores más chicos: no planificaron y no tienen las compras hechas. Y más todavía porque se agrava el panorama de insumos: faltan cada vez más. Este año se va a notar la falta de disponibilidad. Y la falta va a terminar empujando más los precios”.
En lo que respecta al trigo el informe de la BCR indica que están cada vez más cerca las 7 millones de toneladas para la región.
Cuando arrancó la campaña, por cómo se había invertido en tecnología, la región podía alcanzar los 42 quintales por hectárea (qq/ha) y producir 7 millones de hectáreas si el clima acompañaba. Con el trigo comenzando a atravesar sus últimas etapas -el 65% del trigo de la región se encuentra en llenado de granos- se afirma el escenario de superar los 40 qq/ha, contra los 29 qq/ha del año pasado.
El clima volvió a ser errático pero pasaron dos cosas fundamentales en los últimos 15 días: las lluvias salvaron los lotes que ya estaban al límite y empezaban a perder área foliar y potencial -ahora cuentan con las reservas de agua para completar su ciclo-; y esta semana se esperaba un pulso frío muy importante que a último momento se desbarató por el ingreso del viento norte.
Con poca agua, pero con clima a favor, el trigo sigue con una estimación de 6,65 millones de toneladas, y pueden ser más.
En el NOA, algunos productores indican que la trilla continúa en lotes de trigo y de garbanzo, que llegaron a cosecha con muchos inconvenientes debido a la falta total de precipitaciones, obteniéndose rendimientos muy variables. Con la situación actual de altas temperaturas y sin lluvias solo se ven algunos preparativos para que cuando llueva los productores ingresen a realizar labores de presiembra y siembra; siempre y cuando los perfiles de humedad de suelo así lo indiquen.