El debate en la Cámara de Diputados por la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (más conocida como “Ley de Etiquetado Frontal”) generó coincidencias entre parlamentarios tucumanos oficialistas y opositores a la hora de cuestionar la propuesta, por considerar que “demoniza” al azúcar y a la industria. Pero se encaminaba, al cierre de esta edición, a separarlos a la hora de votar.
La diputada Beatriz Ávila (JXC) anticipó su oposición a la norma. “Pretender que el azúcar es lo mismo que la nicotina y las grasas saturadas es insostenible. No hay equilibrio en esta ley”, remarcó. Y objetó que haya senadores mendocinos que, para defender la actividad vitivinícola, demonicen la de la caña, en referencia a los impulsores del proyecto, Julio Cobos (JxC) y Anabel Fernández Sagasti (FdT). “Quieren reemplazar al azúcar con el mosto de uva”, subrayó.
El presidente de la comisión de Salud de la Cámara Baja, Pablo Yedlin, según el sitio “Parlamentario.com”, consideró que “es verdad que la industria del azúcar sufrió el impacto del centralismo porteño durante mucho tiempo. El azúcar es una de las causas de la obesidad, pero no es un veneno: es algo natural. Mientras muchos edulcorantes deberán dar explicaciones sobre que contienen”, desafió. Adelantó su voto a favor en general, con disidencias en particular.
“Estoy de acuerdo que se haga una ley de Etiquetado y que se informe la verdad. Pero no que se demonice al azúcar y por eso no voy a acompañar esta ley”, anticipó Domingo Amaya (JXC).
En contraste, Nilda Mabel Carrizo (FDT) manifestó que “esta ley no viene a demonizar al azúcar sino a generar una mejora en la salud porque vamos a saber qué es lo que estamos consumiendo. La sal y el azúcar, en exceso, afectan la salud”. Y adelantó su apoyo.