Desde que el hombre existe, ha intentado por todos los medios conocer el universo que lo rodea. Estrellas, cometas, nubes, ¿qué era todo eso que nuestros antepasados veían en el cielo? Esa y otras preguntas dieron origen a la astronomía, una de las ciencias más antiguas de la humanidad.
Argentina ha sido un importante centro de estudio de los astros desde 1871, año en el que por iniciativa de Domingo Faustino Sarmiento se inauguró el primer Observatorio Astronómico argentino. En honor a ese importante hecho, cada 24 de octubre se celebra en nuestro país el día de esta ciencia.
LA GACETA entrevistó a Olga Pintado, doctora en Física y astrónoma tucumana.
- Han pasado 150 años de la creación del primer observatorio. ¿Cómo se encuentra hoy la astronomía en el país?
- Es la misma situación la de todos los científicos. En 2020, el único observatorio que hay a nivel profesional en Argentina, el Complejo Astronómico Leoncito, permaneció cerrado, lo cual le causó muchos problemas a los astrónomos. Este año ya está funcionando.... Igualmente, yo creo que la astronomía en nuestro país está un muy buen nivel. Casi mensualmente vemos algún trabajo relevante publicado en el cual participa un astrónomo argentino.
- La tecnología es una cuestión muy importante. ¿Hay avances?
- Nosotros formamos parte del proyecto Géminis, que instaló telescopios de 8 metros, uno en Chile y el otro en Hawai, y actualmente se están instalando algunos en Salta (más pequeños) y otros instrumentos relacionados a la astronomía allí.
- ¿Por qué se hacen trabajos en conjunto con otros países?
- La astronomía tiene una gran ventaja para los que la estudiamos. Aunque nosotros no tengamos los más avanzados desarrollos tecnológicos en el país podemos trabajar con datos de los mejores instrumentos, ya que hay bases de datos públicas. También se hacen convenios de este tipo y colaboraciones con gente que sí tiene acceso a esas herramientas. De hecho, todos los instrumentos que se están instalando ahora o que se van a instalar en un futuro próximo son convenios con otros países, ninguno es un proyecto argentino. Esto es normal en astronomía, ni los grandes países tienen proyectos de ellos solos en lo que respecta a instrumentos.
- ¿Qué grandes avances hubo en los últimos 15 años?
- En general, las publicaciones que se hacen son trabajos colaborativos con gente de varios lugares del mundo. En lo que más se ha avanzado es en ver cómo se forman y cómo evolucionan las estrellas, especialmente las que tienen planetas, que es algo que conocemos hace relativamente poco, desde mas o menos 1995. Ya se han descubierto miles de planetas, y se pueden estudiar sus composiciones químicas y atmosféricas; también hay novedades en el estudio de las galaxias, gracias a la llegada de los grandes telescopios, que están dando grandes resultados.
- ¿Qué dificultades debe atravesar un astrónomo en el país?
- La primera y gran dificultad es la falta de dinero para hacer investigación. Eso es lo que le pasa a toda la gente que investiga; no hay subsidios importantes, y los que hay, a veces se pagan con tanta demora que el dinero no alcanza para hacer lo que uno tenía previsto.
- ¿Y los desafíos?
El mayor desafío es tratar de buscar la forma de trabajar sin depender tanto de los subsidios. Se trata de conseguir temas en los que uno pueda trabajar usando datos de otros lugares, ya que el mayor gasto que tenemos nosotros es en computadoras y en viajes: si no tenemos una buena computadora, no podemos trabajar, pero además, si no podemos viajar, no podemos hacer nuestras observaciones. El desafío es ese, tratar de organizarnos para usar bases de datos que haya o trabajar en colaboración con gente que sí tenga acceso a instrumentos de alta calidad.
- ¿Cómo es ser astrónoma en Tucumán?
- Yo soy la única astrónoma en la provincia (ríe). Trabajé 14 años en el complejo astronómico Leoncito, pero muy poco con astrónomos argentinos. La mayor parte de mis trabajos son en colaboración con gente de otros países. Para mi es lo mismo estar en San Juan al lado del telescopio o acá. Cuando regresé a Tucumán, hace más de 20 años, mi trabajo siguió siendo el mismo e incluso ahora es más fácil porque tenemos acceso al Zoom, por ejemplo, y también tenemos acceso a telescopios a través de internet.
- ¿Por qué es importante la astronomía?
- Es una ciencia básica. Muchas de las cosas que nosotros descubrimos probablemente tengan una aplicación en el futuro, como otras que a lo mejor no. Mucho de lo que nosotros usamos hoy proviene de la astronomía: las imágenes médicas, las cámaras de los teléfonos celulares, las bases de datos... Son cosas de la astronomía que han ido a la vida cotidiana, como el wifi, que se inició en un observatorio en Australia. Pero, además de la tecnología, hay un montón de procesos físicos y químicos que se descubren en las estrellas y que no existen en la tierra, pero después se pueden copiar aquí, por ejemplo, para reproducir energía.