El legislador Ricardo Bussi confirmó en sus redes sociales que, finalmente, no tuvo coronavirus, y cargó contra los centros médicos que efectuaron los testeos. Sin embargo, el caso del líder de Fuerza Republicana (FR) generó polémica en el ámbito político.
El subsecretario de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Enrique Romero, expresó duras críticas contra el candidato a senador nacional por lo sucedido. "Si a Bussi le hubiese dado positivo el hisopado, sería la primera vez que un virus contagia un parásito", ironizó el dirigente del espacio del intendente, Germán Alfaro.
Y agregó: "sólo un imbécil y resentido puede mentir y hacer terrorismo sanitario con un tema tan delicado como la covid-19. Bussi siempre corona su deshonestidad política con la hipocresía".
Además, Romero sostuvo que "la mentira es su eterna compañera de viaje" y lo acusó de mantener una "doble moral política". "Siempre mintió de una manera descarada, sistemática y constante con un grave problema: que sus mentiras y falsedades no se pueden disimular con una fe de erratas", añadió.
Según el subsecretario de Tránsito, "Bussi vive una vida mediocre, con pretensión de vivir a lo grande, y como eso no está a su alcance inventa persecuciones, infecciones y campañas de difamación".
"En el fondo, Ricardito es la trágica historia de quienes gozan de la más absoluta impunidad, a través del poder, la mentira, las apariencias y la falsa moral, por eso su empatía con (Juan) Manzur. La vida de Bussi está signada entre la hipocresía del Tartufo de Moliere y los genes del genocida de su padre, émulo de Torquemada, cuyo método para obtener confesiones era la tortura y la condena a la hoguera de los culpables", finalizó el funcionario alfarista, en un texto enviado a LA GACETA.