Roberto Rejas ya le llevó tranquilidad a sus familiares. El prófugo se comunicó telefónicamente con sus familiares desde la comisaría de la localidad salteña de Moldes, donde fue detenido ayer a la tarde. Les explicó que estaba en perfectas condiciones y, a su regreso a la provincia, les contaría otros detalles de su vida en la clandestinidad.
“Lo primero que les dijo es que sentía un enorme alivio por haber sido detenido”, explicó uno de sus allegados. “Él tiene miedo que le hagan algo los policías porque sabe que su declaración puede perjudicar a muchas personas”, agregó.
Familiares dijeron que Rejas, el condenado a perpetua por el femicidio de Milagros Avellaneda y de su hijo Benicio, les habría comentado que no hubo ningún plan de fuga, sino que lo dejaron escaparse del cuartel de la Dirección General de Bomberos para perjudicar políticamente al vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo Osvaldo Jaldo. “Al parecer, le dijeron que podía escaparse el miércoles anterior a la fuga, pero que él no lo quiso hacer. Además, no saltó por ninguna ventana, sino que se fue caminando por el portón principal”, agregó la fuente.
Esa versión había sido planteada por Roberto Fernando Rejas, padre del ex guardiacárcel. En una entrevista con LA GACETA había asegurado que tenía miedo que su hijo apareciera muerto porque su fuga podría estar vinculada a una cuestión política. “A mi hijo lo hicieron escapar”, había señalado con firmeza.
Sin embargo, esas versiones se contradicen al planteo formal que realizó el jefe de Bomberos el mismo día que fue trasladado. Él pidió que no podía ser alojado en ese lugar porque no reunía las condiciones de seguridad. El 27 de septiembre terminó fugándose.