CIUDAD DEL VATICANO.- Las revelacionesde la investigación conocida como “Pandora Papers” llega hasta las altas esferas de las organizaciones religiosas. Es el caso de la congregación ultraconservadora Legionarios de Cristo, que figura en la investigación como poseedora de fideicomisos en bancos de Nueva Zelanda, desde los cuales aportaron 4,3 millones de euro a entidades de capital riesgo en las que se ubican empresas “unicornio” como Glovo, Cabify o Wallbox.
La congregación -cuyas cuentas ya estaba investigando el Vaticano- creó una estructura offshore con 295 millones de dólares en activos. Admite haber creado parte de la estructura, para recibir donaciones, pero dice que no tiene control sobre los fideicomisos usados para invertir en cerca de 30 empresas.
El hallazgo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), en base a una filtración masiva de documentos financieros, contradice estas declaraciones de la entidad religiosa y muestra que las altas esferas de la orden religiosa desplegaron, en la última década, una opaca red de fideicomisos y empresas subsidiarias que opera desde un paraíso fiscal sin dejar rastro de quién está detrás, consigna el diario español “El País”.
De acuerdo a la publicación del ICIJ, sacerdotes y empresarios cercanos a la institución crearon, entre 2010 y 2011, un intrincado esquema que en pocos años acumuló más de 295 millones de dólares en activos con inversiones en sectores como el inmobiliario, el tecnológico o el petrolero.
La millonaria estructura financiera fue creada cuando el Vaticano empezó a investigarlos, hace una década.
“Los escándalos por abuso sexual y la opacidad de las finanzas de los Legionarios de Cristo habían estado macerándose durante años como un cóctel explosivo que finalmente había estallado”, dice la publicación de “El País”, uno de los medios que participó de la investigación coordinada de cientos de periodistas de distintos países.
“Los titulares de los periódicos de todo el mundo se acumulaban por decenas. Tenían que limpiar la casa y, en julio de 2010, el papa Benedicto XVI inició una investigación”, agrega el artículo.
En medio de la intervención del Vaticano a la orden en 2010, montaron un esquema para absorber dinero mediante tres fideicomisos en Nueva Zelanda.
Según la publicación, la institución invertiría primordialmente en el sector inmobiliario, pero también en cadenas de alimentos, tecnología y petroleras.
El 6 de julio de 2010, y antes de conocer quién intervendría en la congregación, se creó The Retirement and Medical Charitable Trust (Fideicomiso Caritativo Médico y de Jubilación, RMCT), con el fin de “recaudar donaciones y hacer inversiones” para “asistir financieramente a miembros retirados, afectados mentalmente, o heridos en algún accidente”.
Detrás de esta fachada, el responsable de las finanzas legionarias, el sacerdote mexicano Luis Garza Medina, con dos de sus “hermanos” empresarios, abrieron el 15 de noviembre de 2011 Salus Trust y AlfaOmega Trust, dos fideicomisos que invertían millones de dólares supuestamente provenientes de “una herencia familiar”.
De acuerdo con las actas de creación, ambos contaban con 100 dólares de capital inicial y los fondos incorporados posteriormente consistían en “transferencias bancarias” de dinero en efectivo y posiblemente acciones del grupo empresarial mexicano ALFA, fundado por la familia de Garza Medina.
Ellos aseguran que el dinero inicial inyectado en estos fideicomisos era propio, pero los millonarios beneficios que generaban las inversiones iban a parar a RMCT. Y si bien la orden justifica la creación de su propio fideicomiso por ser “un instrumento legalmente establecido”.
La apertura de RMCT en un paraíso fiscal desmiente las promesas lanzadas por los Legionarios de Cristo en 2017.
Tras la revelación de otro entramado en paraísos fiscales en los Paradise Papers, la congregación había asegurado que ya no contaban con ese tipo de arquitectura financiera, sino que era algo propio de los tiempos de Marcial Maciel, el fundador con múltiples denuncias de pederastia, que falleció en 2008. (Especial)