La coordinadora de la Unidad de Neurología y Epilepsia del hospital Avellaneda, Daniela Grací, explicó que este síndrome es de tipo neuropsiquiátrico, ya que se da por muchas manifestaciones neurológicas comprometiendo el área de la psiquiatría del paciente.
La referente indicó que este se da generalmente en pacientes menores de 18 años, tiene un pico de aparición cerca de los 6 años hasta los 15 y es cuatro veces más frecuente en varones.
Se caracteriza por tics motores faciales como parpadeos, movimientos en el labio, en la ceja y se pueden dar vocalizaciones involuntarias como ecos, gritos o palabras involuntarias fuera de contexto que se entrometen en el lenguaje espontáneo. En este sentido, la médica dijo que para que exista este síndrome, la persona debe tener varios tics.
Según la especialista, esta es una enfermedad que está determinada genéticamente, si bien el desencadenante tiene que ver con factores ambientales, de estrés o familiares, es una patología hereditaria. ¨Los pacientes tienen una historia previa en sus progenitores con diferentes tipos de trastornos¨, aseveró.
Por último, Grací aseguró que no es una patología muy frecuente, puede haber entre dos y tres pacientes al año con este diagnóstico, si bien se trata de un síndrome que no tiene cura, el tratamiento se realiza con psicofármacos, con terapia que incluye técnicas de relajación, terapia conductiva conductual y antipsicóticos en el caso de ser necesario para el paciente.
Quienes consideren oportuna una consulta con la Unidad o con el Servicio de Salud Mental, pueden hacerlo en el Hospital Avellaneda solicitando un turno con especialistas.