Cartas de lectores II: La lectura

Cartas de lectores II: La lectura

04 Octubre 2021

Al pensar en la infancia fui al alcance de la mía, cuando ansiosa demandaba libros para mis juegos. Al comienzo me atrapaban sus imágenes, después aprendí a leer en pacientes horas que mi madre me dedicaba. Ella estimuló mis intereses con sabios consejos y fue el motor al impulsar mis inquietudes. Fue la que colmó mis agitados sueños y me dio alas para sostenerlos. Hoy, distante de aquellas lecturas, tengo la certeza de la importancia que los libros tienen. Si bien el arte nos indaga y es un recurso insoslayable para el aprendizaje y la formación integral de los niños, no podemos eludir el incentivo a la lectura que da formación y saberes, sustento y seguridad, otorgando un salvoconducto para acceder a una madurez que sacuda la mediocridad. Serán ellos los que nos capacitarán en criticas sanas y constructivas. En las lecturas hallamos a la luna en cuarto creciente profundizando el sentido común y la sapiencia. Leer con frecuencia nos aleja de la barbarie, nos ayuda a reconocer valores, a ser participativos, a tener la generosidad del reconocimiento a quien lo merece. Es estimular el abrazo a la libertad y el razonamiento, es música al alma y es el ruido triunfal, rotundo y sonoro de la ruptura de cadenas aprisionando la luz. La lectura es un incentivo necesario alejándonos de la ignorancia, seguro camino al servilismo. Leer es el rocío que humedece ese ávido desierto del olvido y la desesperanza porque deja vestigios de la experiencia vivida y nos ayuda a analizar pasado y presente y a construir el futuro a conciencia, sin las asperezas que impone la necedad de quienes cargan con la palmaria inexperiencia de la lectura. Leer es tener como baluarte el conocimiento que ayuda a esculpir las horas, ataviándolas con el mejor ropaje. Es la lectura centinela y guía abriendo caminos y una madre... ¡Vaya, qué tesoro!

Nelly Elías de Benavente


San Miguel 675


San Miguel de Tucumán

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios