Una turba enfurecida se manifestó frente a los tribunales penales tras la fuga de Roberto Rejas, el guardiacárcel que había sido condenado el jueves por el doble crimen de Milagros Avellaneda y de su hijo Benicio.
Si bien la situación no se salió de control, hubo momentos de mucha tensión entre los manifestantes y la guardia policial que protege el Fuero Penal.
Primero una joven fue rodeada por los efectivos tras haber graffiteado “BASTA DE IMPUNID”. Las agrupaciones presentes se le vinieron encima a la Policía, y los convencieron de que dejaran que la gente se expresara. La joven completó el “BASTA DE IMPUNIDAD” y luego tuvo un altercado con un conserje, que le tiró un manotazo para intentar despojarla del spray. Minutos después, y tras ser insultado, el ordenanza al menos ofreció disculpas por excederse.
Luego comenzaron a lloverle huevos a la guardia policial y al frente del edificio. Los uniformados prefirieron poner la otra mejilla y sólo se guarecieron de las agresiones en el hall.
Minutos después comenzó una quema de cubiertas en la escalinatas al grito de “que vengan los bomberos”, ironizando sobre la división que debía haber cuidado que Rejas no escapara.
La voz de las mujeres: “hubo negligencia, complicidad e impunidad”
“Esperamos cinco años por esta sentencia y nos encontramos con una negligencia y complicidad terrible por parte de los responsables de la detención de Rejas”, indicó Yanina Muñoz, de Mumalá. Ana Ferreyra, de la casa Norma Nassif, sostuvo: “esto es una pauta más de que las mujeres estamos desprotegidas, este es otro caso Tacacho. ¡Se nos burlan a las tucumanas, no nos respetan!”. Por último, Alejandra del Castillo, del colectivo Ni Una Menos dijo: “hacemos responsable de esto a la Policía, que fue cómplice, y a la Justicia por mandarlo a Bomberos en lugar de al penal”.