Cano, sobre la fuga de Rejas: "el ministro y la cúpula policial perdieron por inútiles"

El diputado José Cano (Juntos por el Cambio) trató de inútil al ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Maley, y exigió su renuncia junto con la de quienes integran la cúpula policial. El pedido de dimisión estriba, principalmente, en la fuga de Roberto Carlos Rejas, femicida de su pareja, Milagros Avellaneda, y asesino del hijo de ambos, Benicio.

En su fuerte reproche hacia el titular de la cartera provincial de Seguridad, Cano añadió que ante cada situación de fuga de detenidos, Maley engaña a la sociedad. "Solo atina a desafectar de sus servicios al personal policial y (dice) el mismo verso al que nos tiene acostumbrados: que van a dar intervención a la Justicia y sumariar a los policías", señaló.

Rejas había sido condenado el miércoles de la semana pasada a prisión perpetua, por el doble asesinato. Debido a que se había desempeñado en Servicio Penitenciario Provincial, el tribunal consideró pertinente que cumpla prisión preventiva en la División de Bomberos de la Policía, mientras se preparaba su alojamiento en Villa Urquiza. A menos de una semana de la sentencia, Rejas huyó del edificio, y se mantiene prófugo.

El diputado macrista recordó que no es el único caso de fuga que se da en el ámbito provincial este año. "En la madrugada de hoy, tres peligrosos delincuentes lograron escaparse de la comisaria de Los Aguirre. (Días atrás) también se escaparon por los techos de la comisaría 9° ocho presos. En julio, durante la final de la Copa América entre Brasil y la Argentina se fugaron seis detenidos de la comisaría 5°", enumeró.

De hecho, remarcó que en lo que va de este año suman más de 20 los evadidos del sistema carcelario provincial. "Ese número solo si tomamos en cuenta aquellos que son publicados por los medios de comunicación, ya que el ministro de Seguridad no le informa a la ciudadanía -en especial, a las víctimas de esos delincuentes- que nuevamente andan sueltos entre nosotros, con total impunidad, acechando y amenazando a sus víctimas", afirmó.

Cano consideró que se trata de un escándalo de proporciones descomunales. "Un escándalo político, del cual debe hacerse cargo este Gobierno, que durante décadas no ha invertido en la construcción de nuevas cárceles para evitar estas fugas", dijo.

El diputado apuntó especialmente a los integrantes del área de Seguridad del Gobierno provincia. "El problema de fondo es que tanto el ministro como sus funcionarios hacen aguas por todos lados. No tienen conducción, sin gestión en sus funciones; sin iniciativas e inoperantes totales", puntualizó.

Y agregó: "son los únicos responsables de que los policías no cumplan con su servicio, de que pudiera haber connivencia, de que la Dirección de Inteligencia no funcione o de que las comisarías no tengan personal suficiente para cumplir su servicio. Cuidar presos en la comisaría y en un cuartel de bomberos no es potestad del personal de la comisaria, ya que restan capacidad operacional para la prevención, persecución y represión del delito; y eso lo saben el ministro y la cúpula policial", dijo.

Y siguió echando dardos contra Maley. "Si el ministro reconoce que el cuartel de bomberos no es un lugar adecuado para el alojamiento de detenidos, -situación sobre la cual advirtió el responsable del cuartel de bomberos, y que Maley no podía desconocer-, ¿por qué no se encargó personalmente de tomar otras medidas como la colocación de un dispositivo electrónico de rastreo, una custodia policial o hablar al penal de Villa Urquiza para que aceleren el cumplimiento de la pena. Evidentemente hay una mala distribución de la fuerza policial y un desgaste de los recursos", señaló Cano.

Destacó que menos de una semana le habría tomado a Rejas conocer el movimiento dentro del cuartel, para poder organizar su fuga en un ambiente de detención con amplios espacios, sin control y sin rejas en las ventanas. "El ministro y la cúpula policial no pueden desconocerlo. Tentaron a la suerte y perdieron por inútiles, le echaron la culpa a sus propios subordinados y se lavan nuevamente las manos. ¿Qué tranquilidad le puede dar esta gente a la sociedad y, en especial, a las víctimas? No funcionaron, no funcionan; deben dar un paso al costado", cuestionó.