La Orquesta Estable de la Provincia brindará un concierto este miércoles 29 de septiembre, a las 20, en el Teatro San Martín, en el marco del 61º Septiembre Musical.
El espectáculo es gratuito –por orden de llegada- y se realiza bajo las medidas establecidas por el COE, con la capacidad de la sala reducida.
Bajo la dirección de Jorge Bulacia Soler, se escuchará el siguiente repertorio: la Sinfonía Simple, de Benjamin Britten; Concierto para flauta y oboe de A. Salieri, con la participación de los solistas Gustavo Velazco (flauta) y Roxana Civallero (oboe); y la Sinfonía n° 5 de. F. Schubert.
Sobre los compositores y las obras
La infancia de Benjamin Britten fue casi un modelo para los chicos de campo de la clase media británica, con su gran interés en el cricket y su constante progreso en la escuela local. Pero la precocidad musical era otra cara de su persona, y a los 14 años ya había acumulado un catálogo de 100 números de opus, principalmente canciones y piano piezas de solista. En 1934, durante su último año en el Royal College of Music, Britten hizo una redada en el stock de música antigua para los temas de su Simple Sinfonía. “Esta ‘Simple Sinfonía’ está enteramente basada en material de obras que el compositor escribió entre las edades de nueve y doce años”, señaló en la partitura publicada. “Aunque el desarrollo de estos temas es en muchos lugares bastante nuevo, hay grandes extensiones de la obra que están tomadas en cuerpo de las primeras piezas -excepto por la re-puntuación para las cuerdas”.
A sus 16 años el compositor italiano Antonio Salieri fue “descubierto” en Venecia por Florian L. Gassman, quien gratamente impresionado por su talento, se lo llevó a la capital austríaca para darle clases de composición. Dos años después, en 1768, Salieri había compuesto su primera ópera.
Salieri no sólo escribió música para la escena; el autor cuenta con un catálogo importante, aunque modesto, de música puramente instrumental, pero no es menos verdadero que gran parte de ella permaneció sin ser publicada durante muchos años. Es el caso del Concierto para flauta, oboe y orquesta en Do mayor, escrito en 1774 que se publicó en la década del 60 del siglo pasado. Este concierto resalta las virtudes de estos instrumentos solistas, llevándolos a planos impensados para la época.
La Sinfonía Nº 5 en si bemol mayor es una de las más populares de Schubert, permaneció inédita largo tiempo. Esto ocurrió con todas sus sinfonías, ninguna de las cuales se editó durante su vida. La primera audición pública tuvo lugar en el Palacio de Cristal de Londres en el mes de febrero de 1873, pero no se editó hasta 1885. En esta obra no utiliza ni trompetas ni timbales. Fue escrita para la orquesta familiar que dirigía Otto Hatwig, utilizando los instrumentos de que disponía. En este caso una flauta, dos oboes, dos fagots, dos trompas y cuerdas. Sus temas líricos se presentan como lieder y son fácilmente memorizables. El tratamiento de los temas es más sencillo que en su anterior sinfonía.