El presidente palestino Mahmud Abbas emplazó a Israel para que en el lapso máximo de un año abandone los territorios ocupados en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, y advirtió que de negarse no seguirá reconociendo al Estado israelí a partir de las fronteras establecidas de facto tras la guerra de 1967, en otro capítulo que renueva las dificultades para reabrir el proceso de paz en Medio Oriente, estancado desde hace años.
En un discurso virtual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Abbas pidió al secretario general de ese organismo, António Guterres, que “convoque una conferencia de paz internacional” y sumó este ultimátum, a más de 50 años del inicio de la ocupación militar israelí que sucedió a la llamada Guerra de los Seis Días en 1967, cuando tomó el control de Cisjordania y Jerusalén -antes en manos de Jordania- y de la Franja de Gaza, antes bajo dominio de Egipto.
“Debemos declarar que Israel, la potencia ocupante, tiene un año para retirarse del territorio palestino que ocupó en 1967, incluido Jerusalén este”, desafió. Abbas agregó que los palestinos estaban listos “para trabajar durante todo el año” para resolver el estatus definitivo de los Estados de Israel y Palestina “de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas”. “Si esto no se logra, ¿por qué mantener el reconocimiento de Israel basado en las fronteras de 1967?“, se preguntó.
Abbas planteó que los palestinos también acudirían a la Corte Internacional de Justicia por “el problema de la legalidad de la ocupación de la tierra del Estado palestino”.
Israel inmediatamente descartó la exigencia del presidente palestino, reportó la agencia de noticias AFP. Abbas “demostró una vez más que ya no es relevante”, consideró el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan y agregó: “aquellos que realmente apoyan la paz y las negociaciones no amenazan con ultimátum delirantes desde la plataforma de la ONU como lo hizo en su discurso”.
El proceso de paz en Medio Oriente para lograr una solución de dos Estados permanece estancado desde hace años y entretanto, la violencia es un dato diario. Al menos una persona murió y otras 17 resultaron heridas el viernes tras los enfrentamientos registrados en la ciudad de Beita, en Cisjordania, entre palestinos y militares israelíes, informó el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina.
El ministerio identificó al fallecido como Mohamed Jaibesa, un residente de 27 años de Beita. El joven fue baleado en la cabeza, tras lo cual se lo trasladó al Hospital Al Najah, donde murió, reportó el diario Times of Israel. Según la agencia de noticias palestina WAFA, las fuerzas israelíes reprimieron a los palestinos con balas y gas lacrimógeno, una denuncia que el ejército de Israel negó y sostuvo que sus soldados respondieron a enfrentamientos violentos cerca de una incipiente colonia de ciudadanos israelíes bautizada Eviatar, donde cientos de palestinos se habían congregado para protestar contra ese nuevo avance de la ocupación.
Las protestas de los habitantes palestinos de Beita por la creación de la vecina colonia israelí Eviatar se han repetido en los últimos meses en la ocupada Cisjordania. (Télam)