La gingivitis es una forma frecuente pero leve de enfermedad periodontal. La jefa de la División Odontología del SIPROSA, Susana Blunda, advierte sobre los alcances de esta patología y llama a la población a la prevención.
La gingivitis causa enrojecimiento, inflamación, sangrado en las encías que rodea la base de los dientes. “Es importante que sea tomada en serio y tratada rápidamente. Si esto no sucede, puede derivar en una periodontitis, donde además de las encías se ven afectados el ligamento periodontal y el tejido óseo. Por lo cual, se produce la movilidad del diente y la pérdida de las piezas”, comienza diciendo la referente.
Las causas más frecuentes están asociadas a la placa bacteriana como consecuencia de que no existe una buena técnica de higiene bucal. Los buenos hábitos de higiene como el cepillarse los dientes al menos tres veces al día, usar hilo dental a diario y realizar controles dentales periódicos; puede ayudar a evitar y revertir la gingivitis.
Esta enfermedad está relacionada entonces a las bacterias que están en la boca y persisten junto a los azúcares, se asientan en las encías y la persona empieza a sufrir los síntomas. Las encías se vuelven de color más oscuro, a veces violáceo, sangran con mucha facilidad cuando se las cepilla, generan mal aliento. Además, se produce una retracción de las encías y la zona está sensible.
“A veces no se consulta, se deja pasar el tiempo. Como el paciente pasa el cepillo y sangra, no vuelve a cepillarse las encías y sólo lo hace con los dientes. Entonces la placa se sigue acumulando entre la encía y el diente, y eso es lo que produce el avance de la misma hasta convertirse en una periodontitis, que es la más grave de las enfermedades periodontales”, resume.
Ante esta situación, la odontóloga recomienda prestar atención a los signos y consultar rápidamente con el especialista, quien hará un diagnóstico diferencial y el tratamiento adecuado.