Un manto de racionalidad. Esa expresión utilizan algunos legisladores para describir lo acontecido el lunes entre Juan Manzur y Osvaldo Jaldo. Coinciden con que ambos protagonistas de una dura pulseada han logrado lo que querían. El gobernador en uso de licencia, jugar en las grandes ligas de la Nación. Y el mandatario interino, conducir los destinos de la Provincia. “Si las dos cabezas seguían en Tucumán, esto no se iba solucionar. Pero no hay mejor arreglo que cuando ambas partes ganan”, analizó un dirigente.
Seis meses después del terremoto, las placas manzuristas y jaldistas comienzan a acomodarse. En el oficialismo se anunció que volverá a haber un solo bloque justicialista con más de 30 miembros. Pero amalgamar dos facciones que hasta hace 48 horas eran antagónicas será un desafío que tendrán que solucionar -con mucho diálogo- el flamante presidente subrogante de la Cámara, Sergio Mansilla, el vicepresidente primero Regino Amado, y Roque Tobías Álvarez, quien continuará como presidente de la bancada, según anunció Jaldo.
Se estima que mañana podría darse la primera reunión de bloque unificado luego del cisma. ¿Cómo será esa convivencia? Parlamentarios que hasta el domingo eran jaldistas o manzuristas consideraron que hará falta madurez política para dejar atrás las agresiones, garantizar la gobernabilidad y buscar el bien común.
Dante Loza, que se alineó con Jaldo en la puja, opinó que se debe recuperar una dinámica como la que había previa a la fractura: “con pensamientos diferentes, porque de eso es un parlamento, pero con una dirección única.
El legislador dijo que, en lo institucional, la Legislatura no puede poner trabas al Poder Ejecutivo. Y señaló que la Casa de Gobierno tiene que trabajar en consonancia con todos y cada uno de los municipios y de las comunas. En cuanto a lo político, el dirigente de la capital no tuvo medias tintas. “Tenemos que ser una sola fuerza que tire para el mismo lado, por el bien del peronismo. No hay margen para avivadas ni para ventajeros. Hay que dar discusión a las políticas, no a las personas. Yo estuve en desacuerdo, pero nunca mis diferencias con Manzur nunca van a ser superiores que con alguien de Juntos por el Cambio”, expuso.
Armando “Cacho” Cortalezzi, que se alineó con Manzur en el último tramo de la interna, se expresó orgulloso por el nuevo rol que tendrá el mandatario licenciado. “Está ejerciendo casi como presidente. Por él pasará toda la política”, analizó. A su vez, se puso a disposición de Jaldo y Mansilla para esta nueva etapa y pidió a los “compañeros” dar vuelta la página. “Queremos que se terminen estas situaciones, porque así es la política: es el arte de lo posible. Y si hubo agravios de algún legislador, han quedado atrás cuando el gobernador y el vicegobernador se han juntado a conversar. A algunos les está costando un poco más, pero hay que olvidarse”, dijo.
Desde la sección este, el legislador Julio Silman opinó -a título personal- que en un bloque tan grande siempre habrá rispideces. “Pero siempre tiene que primar la gobernabilidad. Lo otro es parte del folclore de la política. Creo que algunos se han pasado de la raya. Hay cuestiones muy serias que han pasado, como que se lo trate a un intendente de ‘fumador’. Ya pasa por la grandeza del dirigente el pedir disculpas”, dijo en alusión a declaraciones de Jaldo sobre Javier Noguera. A su vez, consideró que el nuevo rol de Manzur beneficiará en 100% a Tucumán, ya que le permitirá agilizar distintos convenios en mora.
El legislador por el este, Carlos “Cacho” Gómez, opinó que son tiempos de trabajar por el bien común. “Tenemos que pensar menos en nosotros y más en la gente. Más allá de algunos compañeros díscolos, que por ahí se van con sus palabras, algo que no le hace bien ni al espacio ni a la sociedad”, anheló. En cuanto al regreso de un bloque mayoritario, opinó que debe primar la madurez política para interrelacionarse. “Si algunos han podido herir a alguien o han llevado discordia, creo que es momento de pedir disculpas, de olvidarnos y de avanzar. El bloque tiene que estar unido en su totalidad. No tenemos que tener recelos de nuestros compañeros, cosa que puede ser medio difícil para algunos, pero tenemos que convivir de la mejor forma posible. La gente está esperando un gesto de los políticos, y tenemos que tenerlo”, finalizó.
Fuerte aval al subrogante: legisladores destacaron el perfil conciliador y dialoguista del dirigente
A la hora de analizar qué impronta plasmará Mansilla al frente de la Legislatura, Loza, Gómez, Silman y Cortalezzi coincidieron en que el aguilarense tiene el respeto de todo el peronismo. Lo han definido como un dirigente con mucho consenso, experimentado, trabajador, armonioso, conciliador, querido y dialoguista. Coincidieron con que fue un acierto que haya sido elegido como presidente subrogante en esta nueva etapa que se inicia en Tucumán. A su vez, destacaron que en la gestión de Alperovich le tocó ocupar cargos de jerarquía en los cuales demostró mucha capacidad.