Una carta que puso al país al borde de la ruptura institucional

Una carta que puso al país al borde de la ruptura institucional

El presidente encabezó una reunión con gobernadores luego de los cambios en el gabinete impulsados por Cristina Kirchner.

TENSIÓN. Alberto y Cristina luego de las PASO del domingo pasado. foto franco fafasuli / argra TENSIÓN. Alberto y Cristina luego de las PASO del domingo pasado. foto franco fafasuli / argra

Fueron 1.802 palabras que terminaron por ponerle el pie en la nuca nada menos que al presidente de los argentinos. Bastó una misiva de Cristina Kirchner, la misma mujer que eligió a Alberto Fernández para que sea el candidato presidencial, para pulverizar cualquier atisbo de poder que le quedara a su propio delfín. Con esa carta, a menos de cuatro días de unas peores derrotas electorales del Justicialismo, dejó en claro quién detenta el poder. Tiró abajo los cimientos del Gobierno de Fernández y lo obligó a barajar y dar de nuevo sobre todo con dos nombres propios que ella menciona en la carta: logró que el vocero presidencial Juan Pablo Biondi renuncie y que Juan Manzur se vea obligado a dejar su cargo de gobernador de Tucumán para ser Jefe de Gabinete. Y luego, se llamó a silencio.

Pero, ¿cedió en todo Alberto? No. Si hay algo que la ciudadanía reclama son cambios económicos, en medio de una situación desesperante para gran parte del país. Fernández aseguró que iba a hacer lo que tenía que hacer luego de las elecciones, pero los ministros del área como Martín Guzmán y Matías Kulfas siguen en sus áreas. Y además el presidente pareció aprovechar el cimbronazo para poner ministros de un perfil distinto, como el cambio de Sabina Frederic por el verborrágico Aníbal Fernández.

Después de su carta, Cristina dejó que la sangre llegue al río. Su trabajo ya estaba hecho. Y Alberto Fernández recuperó el centro de la escena con la conformación del nuevo gabinete y la reunión que ayer mantuvo con los gobernadores en La Rioja. Paradojas, estuvieron casi todos los gobernadores peronistas y los que no pudieron viajar lo hicieron por zoom. Juan Manzur también estuvo pero ¿como gobernador o como jefe de Ministros, aunque recién asumirá mañana a las 16? “Milito el federalismo como política central de mi gobierno”, les dijo Fernández.

Antes de viajar a La Rioja, el presidente, además tuvo que dar un gesto para tratar de enmendar lo que un gran arco de los analistas políticos le criticó: un hombre que se jacta de defender los derechos de la mujer dejó casi sin presencia femenina al Gabinete. Por eso se reunió con la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. “Conversamos sobre la falta de paridad de género en el Gabinete con especial preocupación. Me aseguró que trabajaremos en conjunto para revertirlo. Me encomendó que hoy mismo avance en la redacción de un decreto que promueva la igualdad de género en las designaciones de funcionarias y funcionarios de los ministerios del Poder Ejecutivo Nacional”, tuiteó luego Gómez Alcorta. ¿Alcanzará el gesto? ¿Hace falta un decreto para nombrar a mujeres en los ministerios? La otra maniobra que tuvo que enfrentar Fernández fue el bochorno con quien hasta el viernes a la tarde era su canciller, Felipe Solá, quien se enteró en pleno vuelo a México que había sido depuesto. Y el que lo llamó fue nada menos que Santiago Cafiero, su reemplazante. Solá se bajó del avión y escribió su renuncia.

Ayer, el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, destacó los cambios en el Gabinete nacional y afirmó que los funcionarios designados son dirigentes con “experiencia, capacidad y volumen político”. “De acá para adelante se debe mejorarle la vida a los argentinos y tomar decisiones de política económica que vayan en ese sentido, y que las variables macroeconómicas impacten más rápido en el bolsillo de la gente”, afirmó Rossi. Fue uno de los pocos del arco político oficial que salió a hablar, más allá de los que estaban en La Rioja.

Del lado de la oposición, muchos decidieron usar las redes sociales para opinar sobre los cambios en el gabinete. “Son un enorme retroceso ya que indican una mayor influencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Eligieron el poder y no a la gente”, disparó la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. “No creo ni en la fortaleza de Cristina ni en la debilidad de Alberto: es una estafa electoral, que sólo le ha hecho daño al país”, agregó. “Ya no hay secretos. Cristina Kirchner lo hizo otra vez, impuso los nombres y la política al gobierno de Alberto Fernández”, criticó el candidato a senador nacional y presidente de la UCR Alfredo Cornejo. Y el diputado Mario Negri fue en el mismo sentido: “Cristina salvó a sus principales jugadores y el Presidente tuvo que dar el brazo a torcer. La accionista mayoritaria sigue siendo la vicepresidenta. Ahora deben ocuparse de solucionar los problemas de los argentinos que el Frente de Todos ha agudizado con una gestión espantosa”, opinó.

Y todo por una carta de 10.650 caracteres.

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