En Taco Ralo se avanza en un esperanzador proyecto de aprovechamiento de los recursos naturales y productivos de la zona. La potenciación de la cría de cabras para el comercio fraccionado de su carne en el mercado nacional, de Medio Oriente y la elaboración de lácteos de mejor calidad y con destinos de ventas también más amplios constituye, junto a la explotación de las aguas termales, el cimiento del proceso emprendedor que se inició en esa localidad. Y lo hace con el apoyo de inversores privados. Se confía en que la consolidación de estas actividades va a contribuir a la vez al desarrollo de la actividad turística. La inminente inauguración de un moderno frigorífico para el fraccionamiento y envasado al vacío de carnes de cabrito, se asegura que es un paso relevantes para la economía del lugar.
Se prevé en principio el faenamiento de entre 300 a 400 animales por día. Beneficiará a unos 200 productores de la zona e incluso a otros de localidades de provincias vecinas. “Tenemos recursos valiosos que nos van a permitir un mejoramiento sostenido del pueblo, postergado por mucho tiempo. Lo que se comenzó a hacer se vino gestionando desde hace varios años. Después de muchas vicisitudes se logró ahora la decisión política que nos permite soñar con un futuro mejor” apuntó la comisionada comunal Claudia Ferrari. Taco Ralo, ubicada a 133 km de la capital y a orillas de la ruta nacional 157, es una de las comunidades más distanciadas de las principales ciudades del interior. Cuenta con más de 4.000 habitantes desperdigados en el pueblo y otros 15 parajes. “Aquí estamos lejos de todo. Y eso impacta principalmente en la economía doméstica porque nos cuesta más salir a vender, trabajar, educar a los hijos y atender nuestra salud” expuso el vecino Pedro Díaz. “Es importante para nosotros cualquier proyecto que contribuya a generar más trabajo y mejores condiciones de vida de la gente. Siempre aspiramos a ser un pueblo turístico, pero desde los lugares en que se toman las decisiones nunca se nos escuchó” añadió el hombre.
Atractivo mercado externo
El frigorífico, que se estima va a ser inaugurado en octubre, será explotado por el empresario Miguel Tarascio. Es el responsable de equipar el edificio que fue construido por el Gobierno hace un par de años pero que nunca fue habilitado al no disponer de las maquinarias necesarias. A cambio de una concesión por 15 años, Tarascio efectúa la inversión que resta para la puesta en marcha de la planta. “Es un establecimiento en el que además de faenar y descuerear, se va a procesar en cuartos al animal, se lo envasará y distribuirá en todo el país. Va a disponer de la certificación correspondiente del Senasa a fin de que tenga garantizado el tráfico federal” explicó el empresario. “La actividad caprina contará además de un precio de referencia y con un sello de calidad. Ahora se vende sin una cotización común” remarcó. Tarascio estima que a mediano plazo la producción va a ganar mercado en Medio Oriente. Uno de los países que demostró interés en la carne de cabra local es el Líbano. “En este caso se va a aprovechar los animales que han dejado de servir como vientre y productores de leche. Aquí no tienen un buen mercado. En cambio en la región del Golfo Pérsico hay un mercado común de alta demanda” precisó. El objetivo de fortalecer la producción caprina se instrumenta con un relevamiento previo de la cantidad y condiciones de los productores. También estos ya fueron capacitados en el proceso sanitario de crianza y mantenimiento de los animales. Se concretó con técnicos del INTA, del área de Agricultura Familiar de la Nación y de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la provincia. “A través del programa Tucumán Emerge, del Ministerio del Interior, se está proveyendo a esta gente de recursos para la construcción de corrales. El problema es que los animales ahora carecen del espacio de pastoreo de otros años, al haber avanzado la producción de granos. Y se tiene que evitar el ingreso a esas fincas. La cuestión a resolver es el tipo de alimentación que se les brindará encerrados”, advirtió Ferrari.
Quesos y aguas termales
Noemí Medina, es productora de queso de cabra e integra junto a otras 20 mujeres del paraje de Páez, el emprendimiento “La Pastora del Monte”. Se trata de una marca de queso pasteurizado que comenzó a ganar mercado a nivel nacional y que se produce en la pequeña fábrica de la firma. La mujer se entusiasma con el impulso que se está dando a la producción caprina y sus derivados. El Estado la capacitó y proveyó de las maquinarias para la fábrica. “Nosotras además de queso hacemos dulce de leche. Lo importante es que nuestros productos tienen una calidad garantizada” dijo. “Creemos que se puede estimular el turismo través de las aguas termales y las ofertas de nuestros productos” opinó. El desarrollo de la producción de cabras obliga a la comuna a una millonaria inversión en la extensión de la red de electrificación y del servicio de agua potable. En El Simbol, El Puestito, Yapuchín y La Chilca los trabajos demandaron unos 60 millones de pesos provenientes de la Nación y la provincia. Las aguas termales están contempladas como un recurso vital para atraer el turismo. Se prevé la apertura de nuevos pozos con piletas para los visitantes en el marco de un proyecto que contempla también la construcción de un “almacén de campo” con restaurante de comidas autóctonas y un mercado de venta de quesos, dulces y artesanías. Las autoridades consideran finalmente de suma importancia la reconstrucción de la ruta 324 (destruida) que permitirá una salida fluida de la producción local hacia la ruta 38 en La Cocha.